Locución informativa en radio y televisión

En el caso de los trabajos para la pequeña pantalla la voz es como la clave para la música, ella marca la edición de los planos a partir de los puntos, comas y demás  signos; mientras la propia entonación sirve para la mezcla o corte directos de imágenes.

Otro tanto ocurre en la radio cuando el oyente une sus percepciones a partir del ritmo, la intensidad y el tono del locutor, edita los sonidos que conforman un mensaje.

Las cualidades vocales son importantes para el comunicador informativo de los medios audiovisuales; indispensable es el conocimiento de los contenidos que emite y la preparación de base cultural que posea, al tanto  debe saber manejar los registros  de la voz, con el objetivo de colocarla de acuerdo a las intenciones del mensaje.

El ritmo y los tonos de la pronunciación de los textos deben diferenciar los géneros y contenidos  informativos  por lo que los guiones o libretos  escritos serán revisados con tiempo por el locutor y ensayados con rigor con las sugerencias del director del espacio. Las noticias leídas son de muy mal gusto para el escucha y el televidente. Es necesaria una adecuada interpretación que permita hacer las inflexiones de un acto comunicativo de absoluta naturalidad.

El público cubano posee una alta cultura para asumir productos televisivos y radiales. Miles de personas pueden demostrar la capacidad  para reconocer  defectos de la locución informativa tanto en los periodistas como los locutores que sirve de puente desde las cabinas y estudios.

Los periodistas y locutores informativos NO deben convertirse en simples lectores de noticias; es imprescindible  vivirlas, sentirlas de tal forma que el contenido de la información se incorpore al perceptor como un acto natural de diálogo.

¿Cuáles son las cualidades para ser locutor informativo? José Ignacio López Vigil* en “Radialistas Apasionados” se pregunta y al propio tiempo responde “¿cualquiera puede ser locutor? Casi cualquiera. Lógicamente, las voces muy nasales, o muy guturales, o demasiado chillonas, o tartamudas, no nos servirán para animar un programa. Pero ésas son las menos”.

El propios Vigil afirma “Si atendemos al funcionamiento de las cuerdas vocales, nueve de cada diez personas sirven para locutores. Y ocho de cada nueve —los que tenemos una voz común— estamos en mejores condiciones que aquellos pocos superdotados para establecer una relación de igual a igual con la gran mayoría de la audiencia, que habla tan comúnmente como nosotros.”

Estoy de acuerdo con el colega cubano pero en los espacios informativos NO es  tan absoluto de que cualquiera pueda decir las noticias.

En un articulo publicado en Sala de Prensa* bajo el titulo “Los principales errores que debe evitar todo locutor de informativos radiofónicos: un estudio práctico” de Emma Rodero* ella cuenta los resultados de una prueba con la audiencia para buscar las voces que prefieren las audiencias. Les participo algunos de esos resultados: En la prueba de voz uno,  “los miembros de la muestra resolvieron que el tono más agradable para una voz informativa radiofónica era el grave.

En concreto, en los casos analizados, fue el que se situó en una frecuencia de 89-90 Hz en las voces masculinas y de 171 Hz en las femeninas. Tanto en un caso como en el otro, la muestra siempre prefirió las voces más graves de cuantas se presentaron. En cambio, las peor valoradas fueron siempre las voces más agudas. Las analizadas en este experimento se situaron en una frecuencia de 135 Hz en las masculinas y de 212 Hz en las femeninas”.

El timbre elemento que identifica la persona que habla la prueba arrojó a través de los  sujetos experimentales, el mejor timbre en una voz informativa radiofónica fue el resonante, brillante y claro.

“En los dos casos analizados, sean voces masculinas o femeninas, los timbres de las voces mejor valorados fueron los que poseían estas cualidades. Así pues, tan importante como el poseer una voz grave fue conseguir un timbre resonante, con fuerza y personalidad, brillante, es decir, armónico y agradable, y que se percibiera con claridad. En el polo opuesto, la muestra consideró las voces con timbres más apagados, menos resonantes y más oscuras como las menos agradables para los informativos radiofónicos”.

En el resultado de este estudio científico la naturalidad fue un rasgo muy tenido en cuenta por la muestra. Todo aquello que supusiera una exageración, despertaba demasiado la atención y suscitaba sensaciones negativas.

En cuanto al ritmo, la velocidad de lectura más agradable para los informativos radiofónicos  fue la moderada. En  otras opciones,  los oyentes prefieren un ritmo hacia la rapidez y nunca a la lentitud en los espacios informativos de la radio.

La investigación considera las grabaciones más desagradables donde se abusa de las pausas. Los ritmos lentos son desechados por los escuchas  de la radio.

Auque esta investigación no abarcó la pequeña pantalla  es oportuno plantear que los ritmos orales de la televisión son distintos a la radio, ya que el concepto velocidad depende de la edición de las imágenes que participan en el conjunto de la información. Traspolar el estilo radial al televisivo es funesto, al romper el proceso lógico de “empate” de imágenes.

Los realizadores de TV se preocupan  mucho por los encuadres y las luces, no tanto por el sonido de la voz. Es un error. Tengo la opinión que al existir un director de fotografía ¿Por qué no hay un director de voces en la TV?

Mientras se deciden o no a tomar en cuenta nuestra sugerencia considero que la opinión del profesional de la palabra a la hora de realizar un producto televisivo o radial es clave. Tanto en uno como en otro medio, el locutor y el periodista tienen que jugar el rol de Comunicadores. Una voz mal empleada echa por tierra el trabajo de muchos.

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