Locutores cubanos: de vocación y magia (+ Audio) (+ Video)

Durante el transcurso de estos 100 años, a cumplirse en el venidero 2022, se sumaron voces que, con el paso del tiempo, se convirtieron en el patrimonio sonoro radial y hoy continúan presentes en viñetas y spots promocionales de emisoras. Por ejemplo: la voz de Manolo Ortega, símbolo de la mítica frase de nuestro sistema radial “Sonido para ver”. (Manolo Ortega: El locutor de Fidel)

Estas voces, con décadas enteras de vida consagradas a la radio, como Rosalía Arnáez, Luis Alarcón Santana o Argelia Pera, por solo citar algunos nombres, han enseñado y enseñan aún en la actualidad a los tantos jóvenes locutores que comienzan sus pasos en el mundo del sonido, un universo lleno de magia.

Para conmemorar esta fecha el Portal de la Radio Cubana intercambió con jóvenes locutores quienes, desde hace algunos años, confiesan su pasión desde nuestras cabinas. Dairon Bejerano Lima, Taimí Escobar Castro y Jorge Luis Ríos compartieron un espacio para nosotros, y si bien fue corto y ameno, la gratitud es inmensa hacia ellos en su día, el Día del Locutor.

¿Cómo comenzaron en el mundo de la locución?

Taimí: Trabajo en Radio Metropolitana desde el año 1999 de fonotecaria por el atractivo de la música, luego descubrí otros mundos ahí dentro. Me habilité como sonidista y como directora de programas. Mientras hacía los programas, descubrí los deseos de decir aquello que yo estaba escribiendo y me aventuré hace 5 años al mundo de la locución.

 

 

 

Jorge Luis: Desde niño soñaba con ser artista, actor, músico, locutor del noticiero de la televisión. Admiraba a Serrano, Máximo Velázquez, Rodobaldo, Froilán, e incluso los imitaba frente al espejo leyendo las noticias del Granma o Juventud Rebelde. Ello me permitió tener una lectura fluida e ir fomentando poco a poco una correcta dicción.

La radio siempre estuvo prendida en casa porque mi abuela y mi papá seguían espacios informativos y musicales de las emisoras nacionales. Sin embargo, no me apasionó tanto hasta el período de escuela al campo en la secundaria. Los profesores nos despertaban todos los días con el gigante informativo Haciendo Radio y aquellas improvisaciones a toda máquina de Magdiel Pérez que llenaban de energía a medio albergue para poner la cara más linda a pesar del sueño y el cansancio. Estudié Historia del Arte en la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba.

Durante el cuarto año pude habilitarme como locutor y comenzar a trabajar en la CMKC Radio Revolución, también cuna de maestros radialistas. A ello sumemos el ambiente fértil para la realización radial que encontré en la propia universidad gracias a la multipremiada radio universitaria Impacto Juvenil; allí tuve la posibilidad de entrar en eso que llamamos el «fogueo», es decir, la práctica constante.

 

Dairon: Llevo 17 años como locutor, soy un viejo (dice entre risas), empecé por Radio Artemisa con 18 años. Después vine a La Habana y he trabajado en emisoras como Rebelde, COCO, Metropolitana. Desde el principio supe que mi vida sería esta, detrás de un micrófono, en una cabina, esperando que la luz roja, de salida al aire, encienda.

¿Qué es lo que más disfrutan de ella, lo que les apasiona?

Taimí: a mí me divierte. Me apasiona de la locución la cercanía con la audiencia, saber que hago feliz a alguien (a mi misma también) con lo que digo, con la forma y las maneras en que lo hago siempre con el respeto que la audiencia merece, pero trato de romper el distanciamiento que a veces existe, o sea, sin encartonamiento. También realizar la dualidad de directora y locutora supone otros retos que solo el día a día en la cabina supera e impone otros.

Retos porque la locución es un mundo muy diverso y hay que trabajar todo el tiempo en la capacidad de improvisación y desdoblarse a veces. No vale la buena dicción y entonación, es un reto cada día mantener al menos a una sola persona pegada tu programa. Imagina entonces el alcance de la radio, más cuando hay tantos otros medios alternativos de entretenimiento e información.

 

Jorge Luis: Gracias a muchos colegas pude trabajar en Radio Ciudad de La Habana y Radio Taino por corto tiempo porque Rebelde se convirtió en casa. Programas como Visión, Música Viva, Sorpresa y Parada de éxitos me recibieron, luego llegaron Aquí Rebelde y el Noticiero Nacional de Radio a los cuales me he entregado en los últimos tiempos.

En la televisión he tenido la oportunidad de trabajar en espacios como Conexión Cuba y Sorpresa XL ambos de Cubavisión, la cartelera Todo Listo del Canal Educativo 2; Juventudes por un sueño del Canal Educativo y Estación Caribe del Canal Caribe, además de secciones en otros espacios. Pero, la radio es el medio en el que me desenvuelvo con absoluta comodidad porque siento mayor confianza para establecer una comunicación más cercana.

¿Qué significa en sus vidas la radio y la profesión que defienden?

Dairon: Para mí la radio es arte y comunicación. Es esencialmente un medio de difusion masiva en el que asumios, además, prácticas artísticas. Por tanto, hacer radio implica ser comunicador, pero también artista. La locución forma parte importante de mi día a día, aunque desarrolle otras especialidades como la dirección, asesoría y docencia. Pero, es en mi función como locutor donde las integro todas, y logro con todos los saberes aprehendidos de la radio, ser más cercano a quien me escucha. Entonces un locutor debe ser un comunicador pero también un artista, que asume diversos roles, según el tipo de programa. El reto será siempre la superación constante, el estudio, la preparación, el respeto a los maestros y la disciplina y pasión por lo que uno hace.

 

 

Jorge Luis: Cada sección o programa en radio y Televisión, pequeña o extensa, entraña una responsabilidad suprema. Para mí lo más importante es lograr conectar con quien escucha, transmitir seguridad, emociones, credibilidad. Cuando se enciende el talin y la luz roja avisa que estás al aire siempre el corazón se agita y eso para mi es respeto por el soberano. Esos nervios del inicio se transforman en ritmo, energía, elegancia y sabrosura a lo cubano. Pero tales recursos no se consiguen sin el estudio y preparación constantes, premisas fundamentales para quien desee dedicarse a la locución.

 

Taimí: El locutor no termina cuando termina el programa. Al menos no debe. Es un aprendizaje constante y hay que ponerle muchas ganas.

 

Jorge Luis Ríos es uno de los locutores que a diario presentan el Noticiero Nacional de Radio, uno de los espacios con más audiencia nacional. Es uno de los programas que más respeta:

En primer lugar porque lo considero un expreso sonoro que en 30 minutos brinda la posibilidad de informarse con lo más actual de Cuba y el mundo, y para lograr ese objetivo el locutor cumple un rol cardinal, en tanto funge como transmisor de las informaciones de actualidad o el comentario de opinión que, por cierto, tiene un alto grado de complejidad en su lectura. En segundo lugar por su historia, forjada durante más de dos décadas gracias a profesionales de alto calibre como César Arredondo, Betsy Acosta, Yamilé González, Marlon Marlon y Luis Alarcón Santana, todos bajo la tenaz dirección del periodista Demetrio Villaurrutia a quien agradezco la confianza para asumir la responsabilidad de conducir el noticiero.

Luego está el hecho que, a esa hora se transmite en cadena nacional y, por tanto la audiencia se multiplica. En el NNR he aprendido de mis colegas, he reído, actuado y hasta se me ha apretado el pecho ante emocionante y/o triste noticia, sufro cuando me equivoco y si es al inicio, en un titular, me revienta la rabia. Pero hay que levantarse, y seguir adelante con frescura y optimismo porque la locución no es un oficio o profesión cualquiera, es una vocación que nace de lo más auténtico de lo humano.

 Estos jóvenes locutores aprenden a diario de sus compañeros, sus equivocaciones, sus directores y la audiencia. Es ella quien al final marca la pauta del trabajo bien hecho. La radio, a diferencia de otros medios, se nutre de la retroalimentación y comunicación directa con sus oyentes, y el locutor es esa voz que los acompaña, los seduce e invita a seguir escuchando. Hoy nuestras voces celebran su día. A todos los locutores cubanos, Felicidades.

 

 

 El locutor, imagen de la Radio

Reconocen labor de locutores cubanos en su día

Editora. María Romero

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