Las dos caras
Allá por mi lejana infancia, cuando el pueblo sufría el desamparo y las consecuencias de una dictadura sangrienta, se escuchaba en voz de muchos resignados la frase “no hay mal que por bien no venga”. Naturalmente, se decía por evasión, pensando en un futuro prometedor que no llegaba nunca. ¡Grave error que se cometía hasta el 1ro. de enero de 1959! cuando de verdad sí apareció la justicia social.