No es fácil la herejía. Sin embargo, practicarla es fuente de una profunda y alentadora satisfacción, y esta es mayor cuanto más auténtica es la ruptura o la ignorancia de los dogmas comúnmente aceptados. En este sentido, la herejía es un riesgo por cuanto importa el abandono de los senderos, y el rechazo de su sustitución. No hay vida adulta sin herejía sistemática, sin el compromiso de correr todos los riesgos. Y es por eso que esta actitud ante la vida, ante el mundo, supone una aventura y la posibilidad del fracaso. Pero es también la única verdadera oportunidad de acercarse a la verdad en cualquiera de sus aristas. (Alfredo Guevara, “Cine cubano 1963”, en revista Cine Cubano).
“El cine es un arte”, establecía en su línea introductoria la Ley 169, la primera que en el ámbito cultural promulgó la Revolución que había triunfado en Cuba menos de tres meses antes. Aquella ley del 24 de marzo de 1959 reconocía, sin embargo, que la producción cinematográfica abarcaba mucho más y por eso creaba el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).

Filmes realizados por los estudios de animación adscritos a la referida entidad completan el programa de presentaciones, en el cual destaca la muestra de obras firmadas por el destacado ilustrador y cineasta Juan Padrón (1947-2020).