Con un intercambio de trabajo con los colectivos del telecentro Centrovisión, la emisora provincial y las plantas radiales de los municipios de Fomento, Cabaiguán y Trinidad concluyó el programa del presidente nacional de la UPEC, Ricardo Ronquillo, alrededor del II Coloquio Nacional de Periodismo “Juan Antonio Borrego In Memoriam”, celebrado exitosamente en Sancti Spíritus el pasado siete de octubre.
La convocatoria a avanzar en los pasos para entrar en el experimento de modelos de gestión de la prensa cubana, la conversión de todos en multiplataformas, con lo que implica, y la gestión de ingresos adicionales al presupuesto que mejoren los salarios y las condiciones de trabajo fueron siempre los temas centrales, pero en cada colectivo tuvieron matices particulares.
En Centrovisión, que no posee un sitio web en línea y no aprovecha con ello el potencial de algunos productos de valor comunicacional de la red, el presidente de la UPEC convocó a organizar a profesionales y grupos creativos que produzcan video podcast, canales propios, y espacios de internet que asimilen —con las adecuaciones requeridas— los mensajes ya trabajados para la pantalla tradicional.
Pese al lastre apuntado por su directora, Xiomara Castañeda, de que al canal “no llegan los recién graduados de la carrera”, Ronquillo señaló otros caminos de avance, como el fomento de proyectos con jóvenes universitarios o de arraigo popular en la localidad, la promoción vocacional hacia la carrera en las escuelas a cargo de los colegas de Centrovisión y el lanzamiento de programas para redes justo desde los sitios que más frecuentan las nuevas generaciones.
“Tienen que hacer televisión digital con una salida analógica”, demandó el presidente allí, como ha hecho —con resultado variable— en múltiples escenarios periodísticos.
Centrovisión debe ganar mayor audiencia en redes, lo cual le exigirá no solo cambios de formatos y perfiles, sino el más difícil cambio: la manera de gestionar el desempeño.
Por otro lado, Ronquillo “vendió” allí su idea de la factibilidad práctica de unir, en territorios pequeños o medianos, los talentos y recursos de emisoras y canales para abrir radiotelevisoras.
Al respecto, el presidente de la UPEC en Sancti Spíritus, Humberto Concepción Toledo, comentó los beneficios de socializar las fortalezas de todos y avanzar en la articulación territorial de los medios de comunicación. Para ello, dijo, puede usarse el estímulo como herramienta del cambio.
Ronquillo y Concepción realizaron entre martes y miércoles un periplo por cuatro emisoras espirituanas, comenzando por la planta matriz Radio Sancti Spíritus, desde donde los acompañaría hasta el final Luis Ramón González, el director provincial.
Radio Sancti Spíritus ha dado pasos sólidos en la transformación editorial tradicional y el espacio público digital, tanto en el sitio web como en las redes sociales. Además de emplear herramientas de inteligencia artificial y abrir nuevas cuentas en redes, muestra avatares absolutamente revolucionarios en la radio cubana, reels y programas de alto impacto, no solo por la factura sino también por la audacia de sus contenidos.
Actualmente se dirige a la unificación del equipo de redactores en un grupo multimedial que habrá de llevar más lejos el plato fuerte del colectivo: los temas locales.
Aunque inconformes con disposiciones superiores que les impiden hacer, con personal propio, publicidad en la emisora, ya han logrado el patrocinio para dos de sus programas y registran ingresos por servicios multimediales y de otro tipo a terceros que luego benefician a los profesionales y su entorno laboral.
Ronquillo elogió el extraordinario salto de la emisora provincial, especialmente considerando que fue de los últimos medios cubanos en incorporarse al experimento en los modelos de gestión.
En la emisora de Fomento, los visitantes intercambiaron con una alta representación de sus 35 trabajadores —seis de ellos periodistas— dirigidos por Julio Reinaldo Rodríguez, quien acogió rápidamente la idea de preparar el expediente de solicitud de la condición de unidad presupuestada con tratamiento especial de la comunicación que certificaría las posibilidades de entrar en el experimento, diversificar los servicios y dignificar al colectivo con los beneficios.
Esa respuesta estuvo antecedida por la charla de los visitantes con los realizadores en plena cabina de trasmisión y la explicación que les hizo Ronquillo de los mecanismos de motivación de la radio cubana: el pago por coeficiente salarial, según los resultados, la estimulación con hasta un 30 por ciento del salario al personal periodístico y otro agasajo en pesos, sin techo, a quienes más contribuyan, con calidad, a obtener recursos financieros adicionales. Lo mejor —y esto pareció verse como una novedad en varios lugares recorridos— es que esos tres canales no son excluyentes: en lugares ejemplares coinciden en los bolsillos más consagrados.
Irma Carpio, la jefa del departamento informativo, comentó que, en efecto, sus periodistas se van a cubrir cosas del Plan Turquino y duermen en las lomas, aun sin dinero, y buscan el trabajo propuesto a como sea, de modo que merecen cualquier estimulación.
Ronquillo les dijo a todos que nadie pretende regalar el dinero —aún escaso, ciertamente—, pero acotó que tampoco debemos ser tacaños en entregar lo que tengamos para dignificar a nuestra gente.
Por esos rumbos anduvo el diálogo en La Voz de Cabaiguán. Dainier Marcelo, el joven director, presentó a unos cuantos de sus 24 trabajadores y explicó cuánto hacen para informar en medio de esta ola de apagones que parece empeñada en llevarle la contraria a la radio.
Para colmo, tienen roto el grupo electrógeno que podría aliviar sus “cuitas” profesionales, de ahí que los caminos de la recuperación de audiencia apunten a la producción de podcast y otros espacios en redes que aumenten las propuestas incluso esta época oscura y permitan, con el trabajo, “proteger las emisoras municipales”, como tanto repite el presidente de la UPEC.
“Es muy alto el valor de estas emisoras por el rol que desempeñan en el actual contexto”, les dijo el líder de la UPEC, quien no tiene reparos en admitir que necesitamos que, en base a su aporte, la gente gane más para estimular la comunicación, “un trabajo muy importante”.
Sin nada en la mano, pero con sensibilidad sobrada, Ronquillo dijo en Cabaiguán y en otros lugares que la UPEC gestiona vías para conseguir algunos medios, como teléfonos celulares, para las emisoras municipales, de manera que puedan compensar, con trabajo en la web, los espacios —y tiempos— perdidos en la plataforma tradicional a causa de los apagones y las averías.
También en Cabaiguán los profesionales de la radio se lanzarán en serio a experimentar en lo editorial, lo económico, lo tecnológico y la innovación para propiciar mejores productos comunicacionales y remuneración a sus realizadores. Por ello, alistan su expediente.
La emisora de Trinidad, Voz del Plan Turquino que no puede escucharse en él, como admitieron con pesar sus propios profesionales, vive desde hace casi un año una calamitosa situación con el combustible y la energía que le impide cumplir plenamente las misiones para las cuales fue creada.
No tiene caso aquí relatar el dilema de que falta una manguera adecuada para depositar el combustible del grupo electrógeno ni que los apagones pueden extenderse por 16 horas. Dejemos esta sentencia: a veces pasa hasta tres días sin salir al aire.
Pese a la clara disposición de las autoridades del municipio presentes en el encuentro de salirse del “silencio ese” —como le definió con buen tino uno de los oradores—, los seis periodistas de allí, muy reconocidos en la ciudad, se han sentido limitados para hacer todo cuanto pueden. Problemas de antena, y otros, les han privado de servir en amplitud modulada y en audio real, pero además de la frustración por no hacer más, los periodistas apuntan otro lamento: para quejarse, las personas no llaman a la empresa RadioCuba, sino a la emisora.
El resultado es que han perdido espacio y oyentes en tiempos en que otros parecen disputárselos. “Ahora no tenemos estudio de grabación, lo cual nos impide hacer géneros de montajes complejos y está rota la consola”, dijo Juan Carlos, uno de sus periodistas más reconocidos.
Por todo ello, Ronquillo sugirió que en el municipio se estudie la posibilidad de que la emisora trasmita desde algún espacio energizado de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A., aunque ni ella misma se libre de problemas con su grupo electrógeno, como alguien refirió.
Algo hay que hacer porque “cuando estamos mudos los enemigos de la Revolución hacen su zafra comunicacional en contra nuestra”, afirmó Ricardo Ronquillo en una exhortación que busca a toda costa evitar que se apaguen los medios.
También allí el presidente de la UPEC lanzó su idea de la radiotelevisora con producciones audiovisuales para plataformas en la web. “Quiero que ustedes salgan. Me resulta triste que no lo hagan”, confesó solidario.
Ronquillo comentó que las formas tradicionales ya no alcanzan, por lo cual convocó a los colegas a hacer noticieros en redes y avanzar en lenguajes no tradicionales. “Busquemos insertarnos, desde la comunicación, en proyectos de colaboración internacional que dejen beneficios; creemos nuevos contenidos virtuales… ¡y paguémoslos bien!”, convocó.
El encuentro sirvió, como reconoció la colega Ana Martha, para entender que el experimento en los modelos de gestión no es algo ajeno a Trinidad: “Hay que cambiar la mentalidad en la gestión de medios y para ello debemos capacitarnos en comunicación digital”. En seguida, el presidente provincial de la UPEC respondió que en la propia emisora y en otros medios de la provincia hay profesionales aptos para compartir herramientas.
En general, el recorrido de Ricardo Ronquillo por medios de comunicación de Sancti Spíritus despertó aún más en ellos la conciencia del cambio, el conocimiento de mecanismos de estimulación salarial no aplicados plenamente y la certeza de que nuevas plataformas, herramientas y prácticas harán más pleno el periodismo y más tangibles sus resultados.
Por: Enrique Milanés León / Tomado de: www.cubaperiodistas.cu