La Radio desempeñó un papel decisivo en los procesos de enseñanza tras el triunfo revolucionario, cuando la función y misión de los medios se reorientaron progresivamente para servir al interés social y cultural de la nación.
Bajo la guía de Fidel y el noble propósito de la naciente Revolución, desde el 1ro de enero de 1959 tanto la Radio como la Televisión y la prensa escrita, dominadas hasta entonces por la publicidad comercial, cambiaron su rumbo sin renunciar al entretenimiento sano ni a la formación de valores.
Ese proceso comenzó a consolidarse desde los inicios de la Campaña de Alfabetización, verdadero hito educativo en la historia patria. De forma progresiva, los medios del país adoptaron importantes cambios estructurales y organizativos, y las franjas horarias ocupadas por la propaganda y saturadas de publicidad fueron reemplazadas por espacios dedicados al consumo cultural y educativo.
Al paso del tiempo, la radio se convertiría en aliada de otras campañas que incentivaron a obreros y trabajadores a continuar su superación académica, articulando la programación con los distintos niveles del sistema educativo hasta llegar a la educación superior.
Importantes modificaciones acontecieron entonces en la programación del sistema radial redefiniendo el objeto social y la misión de las emisoras, fortaleciendo su carácter comunitario e inclusivo y diversificando los productos comunicativos enfocados a sectores sociales específicos. Así surgieron también emblemáticos programas que marcaron la vida y la formación vocacional de millones de cubanos, dejando una huella perdurable en la memoria colectiva.
A seis décadas de la Campaña de Alfabetización, la radio conserva su liderazgo en producciones educativas de alto rigor creativo e impacto cultural, tanto en el espacio tradicional como en el virtual.
Más de cien emisoras sostienen hoy un patrimonio educativo radiofónico que se perfecciona con la evolución del medio hacia «Multimedio» y apuesta por propuestas novedosas, como los Pódcast audiovisuales y otras producciones especializadas para Internet y redes sociales, en la búsqueda constante de nuevos públicos dentro del espacio público digital cubano.
Pero los cientos de trabajadores del Sistema radial no solo participan en procesos educativos a través de la programación de sus emisoras; muchos de ellos, auténticos maestros de la radio en su más amplia acepción, integran el claustro docente en decenas de centros de la educación superior en todo el país.
La «Gran Radio Rebelde» idea expresada por Fidel sobre las emisoras cubanas, continúa desempeñando un papel determinante en la formación de las nuevas generaciones. Por eso, este 22 de diciembre los radialistas celebramos junto a los educadores del sector la memorable fecha que marcó el inicio de una etapa esencial de la historia de Cuba.
¡Felicidades!


por