Cada 16 de septiembre, el eco del Grito de Dolores resuena más allá de las fronteras mexicanas. Además de fecha patria, es una invocación a la memoria, el coraje y la identidad de un país hermano. En Cuba, ese eco resuena entrañable en la radio.Desde mediados del siglo XX, la radio cubana ha sido un puente sonoro entre culturas. A través de sus ondas, la música tradicional mexicana viaja con fuerza y ternura, como parte del paisaje sonoro de cada día.
¿Cómo llegó este repertorio a ser tan querido acá entre nosotros? ¿Qué vínculos simbólicos unen el Grito de Dolores con las voces de Pedro Infante, Jorge Negrete, Lola Beltrán, Miguel Aceves Mejía o Vicente Fernández que aún se escuchan en Radio Progreso con su espacio “Serenata Mexicana”, y en todas las radioemisoras provinciales de la Isla?
La música tradicional mexicana le canta al amor, a la tierra, la lucha y la dignidad. En ese sentido, su presencia en Cuba no es casual.
Durante décadas, especialmente desde los años 40 y 50, nuestra radio incluye en su programación esta música. Sus melodías y sus letras resuenan con fuerza en el imaginario cubano.
El Grito de Dolores, pronunciado por Miguel Hidalgo en 1810 fue un llamado a la independencia y la libertad. La música mexicana, con su carga simbólica, es una forma de mantener viva esa conciencia en otras latitudes.
En Cuba, donde la música es también vehículo de memoria, las rancheras, huapangos y corridos devienen en himnos populares.
El bolero mexicano, enlazado sentimental e históricamente al cubano, es otro hilo espiritual de mutua identidad. La radio cubana es su archivo afectivo.
Es habitual que cada 16 de septiembre, se le dediquen espacios a México para evocar su lucha independentista, y que lo hagamos con esa música eterna que nos trae a la imaginación los charros, volcanes y serenatas.
El gesto, más que homenaje, es recordación histórica y vocación sentimental. A través de la música mexicana se enseña historia, se transmite identidad y se fortalece el lazo entre ambos pueblos.
Esta es una relación histórica que, en el terreno de la música, asume matices en los que predominan el cariño y la emoción. La música y la cultura mexicanas encuentran en la radio cubana un eco que las amplifica.
Cada canción mexicana en la radio cubana es una forma de recordar y vibrar al unísono con un pueblo fraterno y muy cercano.