El locutor de Fidel
La fila de ex combatientes republicanos abarcaba kilómetros en los senderos estrechos que serpenteaban por las altísimas montañas. Llevaba el dolor provocado por la derrota frente a los fascistas. Aún no había cumplido 18 años de edad. Desarmó su pistola Astra, de nueve milímetros, y, luego, con fuerza, la lanzó al abismo.