Quisiera llevarme un micrófono pa’ la tumba
Noaldo Noa Bravet manejaba un flamante Chevrolet de su propiedad cuando supo que un joven quería le prestara servicio de alquiler. Corría el año 1953 en Baracoa, y no imaginaba que su cliente de ocasión haría que pronto él pudiera escuchar una emisora local en su propio auto.