Quisiera llevarme un micrófono pa’ la tumba
Noaldo Noa Bravet manejaba un flamante Chevrolet de su propiedad cuando supo que un joven quería le prestara servicio de alquiler. Corría el año 1953 en Baracoa, y no imaginaba que su cliente de ocasión haría que pronto él pudiera escuchar una emisora local en su propio auto.


Si los que laboran en el medio radial lo hacen por el solo hecho de tener un empleo o un salario, sin entender la utilidad de la herramienta de trabajo que constituye dominar los códigos de la comunicación, y si lo vieran como una vocación, profesión y parte de su vida, un instrumento de educación y cultura popular, promotor de auténtico desarrollo no tuvieran el calificativo de creadores.