Orlando Nicolau: El Moncada en un estudio de grabación
Eran más de las dos de la madrugada. Había que transmitir para la calle, bien alto, discos de la orquesta «Sonora Matancera» por sus fuertes sonidos de trompetas. En la cinta solo una grabación por si entraba alguien. Todo previsto para encubrir lo que entre aquellos pasillos se gestaba.