“Puedo confesar que sueño en dos idiomas”
Tal vez muchos hubiéramos preferido que nunca se iniciara la construcción de la tan problemática y vilipendiada Torre de Babel. Pero lo que supuso un mal comienzo para la comunicación, fue seguido del esfuerzo del hombre por tratar de limar las asperezas y hacer placentero y viable el acto de comunicarse, aunque no hayan podido eliminarse las más de siete mil lenguas persistentes en el mundo.