La emisora que marcha junto al tiempo
El local era pequeño, según consta en viejas reseñas de la época o en libros más actuales que fungen como memoria histórica. No hizo falta mucho: una mesa, un micrófono, un metrónomo y dos sillas.
Así –como todo lo verdadero, lo importante, lo genuino que surge casi de la casualidad- se emitió la primera señal de Radio Reloj. Desde la calle Monte, con esquina a Prado en La Habana.