El Moncada, la víspera
El 25 de julio de 1953 el pueblo de Cuba se abatía en la desesperanza. A dieciséis meses del cuartelazo traidor de Fulgencio Batista, el tirano se sentía seguro bajo la tutela imperialista; la nación, por su parte, parecía sufrir un letargo marcado por la incertidumbre y el desconsuelo.