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Distan 86 años de aquel 30 de septiembre de 1939 cuando se fundó la Orquesta Aragón en Cienfuegos, bajo la dirección de Orestes “Macho” Aragón Cantero. Desde sus inicios, su relación con la radio fue inmediata y decisiva. Su primer contacto con el medio ocurrió en la emisora local COCO, en un programa patrocinado por la Cerveza Cristal; espacio que le permitió trascender las actividades locales y proyectarse en la región central de Cuba.
Durante la década de 1940, la radio cubana irrumpía en los hogares. Emisoras como CMQ, Radio Progreso, RHC Cadena Azul y otras provinciales y municipales eran los principales canales de difusión musical. En este entorno los Aragones irrumpieron con su programa “La Hora de la Charanga”, transmitido desde Cienfuegos, el cual ganó popularidad por su repertorio de danzones, sones, guarachas y boleros, interpretados en vivo con un sonido claro y adaptado a las limitaciones técnicas de la radio en amplitud modulada.
En 1948 tras la muerte de su fundador, el joven violinista Rafael Lay Apesteguía asumió la dirección. Junto con el flautista Rolando Lozano, modernizó el estilo de la orquesta y reforzó su presencia mediática. En 1953, su actuación en el Cabaret Sans Souci de La Habana atrajo la atención de CMQ, entonces la cadena radial más poderosa del país, y fue contratada para el programa “Ritmo y Sabor”, patrocinado por marcas como la Cerveza Hatuey y los Cigarros Partagás. Transmitido desde los estudios de Radiocentro, el espacio los dio a conocer como un acontecimiento nacional.
La radio difundió sus grabaciones discográficas como “El Bodeguero”, “Cachita” o “Pare cochero”, y consolidó su identidad sonora con su flauta melódica, violines sincopados y un ritmo controlado, característico del “son de la charanga”. Sus temas en la radio pronto se integraron al repertorio popular cubano.
La orquesta se presentaba en vivo, lo que exigía precisión y solidez técnica. Esta práctica reforzó su reputación de profesionalidad y cercanía con el público. La radio la bautizó como “La Charanga de Cuba”, un título mantenido a lo largo de su carrera.
Realizaron grabaciones en vivo en los estudios de Radio Progreso. Estas sesiones, muchas de ellas conservadas en los archivos de la Fonoteca, documentan una etapa clave en la evolución del grupo, caracterizada por la depuración de su estilo y la consolidación del repertorio.
El vínculo con Radio Progreso se mantiene hasta los días de hoy. Dentro de la programación de Radio Progreso, la orquesta tuvo una participación destacada en el programa “Alegrías de Sobremesa”, espacio de gran audiencia dedicado a la música popular cubana, y salpicado con el más genuino humor criollo. Este espacio reunió a figuras de los géneros musicales cubanos más representativos.
En “Alegrías de Sobremesa”, la Orquesta Aragón, muchas veces presentó estrenos que enseguida se convirtieron en éxitos discográficos. Aquellas presentaciones reforzaron su imagen como agrupación de la familia cubana.
Son memorables los vínculos afectivos entre esta orquesta y personalidades de Radio Progreso como los locutores Eduardo Rosillo y Gaspar Marrero, que añade a la locución sus dotes de investigador, y entre sus muchos libros escribió uno titulado “La Aragón y el bolero”.
La calidad acústica de los estudios de Radio Progreso, permitió que su sonido se transmitiera con mayor claridad, algo que también contribuyó a su reconocimiento a nivel nacional.
Las grabaciones realizadas allí sirvieron también como material promocional para sus discos en sellos discográficos, y fueron citadas en investigaciones históricas como ejemplos del papel de la radio en la profesionalización de las orquestas cubanas. La participación en “Alegrías de Sobremesa” amplió su base de oyentes e integró a la orquesta Aragón en el circuito cultural de Cuba como una de las principales charangas del país.
Con el tiempo, ese éxito radial facilitó su transición a la televisión. La simbiosis entre la Orquesta Aragón y la Radio Cubana fue clave para su ascenso y para la difusión del formato de charanga en toda la isla y más allá.
La orquesta Aragón se mantiene en el gusto popular, ahora bajo la dirección de Rafael Lay Bravo. Fiel a la herencia que le fue dada, sigue interpretando con maestría sones, danzones, boleros y chachachás.
El vínculo entre esta orquesta y la radio resulta incuestionable. Es símbolo de una sinergia natural cuando lo auténtico, la calidad y lo popular van de la mano. Póngasele el cuño, que es ¡La Aragón!