El trovador Graciano Gómez Vargas se destacó en calidad intérprete y compositor que nació el 28 de febrero de 1895. Tabaquero de oficio, empezó a componer e hizo época con otros grandes, entre ellos María Teresa Vera, Oscar Hernández, Manuel Luna y Barbarito Diez.
Aprendió a tocar flauta con Máximo del Castillo; pronto se inclinó hacia la guitarra, que aprendió a tocar con el guitarrista mexicano Ramón Donadio, durante el tiempo que éste residió en Cuba.
Varias veces actuó junto a Ernesto Lecuona y Rita Montaner. Como autor musical fue versátil, pues compuso canciones, congas, criollas, guarachas, pregones, afros, bambucos, boleros y sones. Esos géneros formaron parte de una producción que legó a la posteridad. Su vida musical fue a la vez extensa y gloriosa. Labró su historia en el arte musical cubano con varias agrupaciones.
Su fama resplandece en más de trescientas piezas, como Corazón perdona, Mi amor es así, Flor criolla, La mujer de nadie, y Linda, si yo pudiera darte un beso, entre muchas más. Sobresale una de abundante calidez melodiosa; se trata de Habanera Ven. Eminentemente musical, acostumbraba utilizar como letras los textos de Gustavo Sánchez Galarraga y otros poetas de entonces.
Lo que quizá algunos desconozcan es que este eminente trovador habanero figuró entre quienes estrenaron la Radio en Cuba. Graciano participó en las primeras transmisiones realizadas por la emisora Cuban Telephone Company. Lo hizo junto al cuarteto de Floro Zorrilla. De hecho está considerado uno de los fundadores de la Radio en Cuba.
Participó de la inauguración de Radio Salas. Su presencia en espacios radiofónicos coadyuvó a la difusión de la Trova consolidando su espacio en la cultura nacional.
La radio, a su vez, permitió que esta música llegase a un público amplio, y que se entronizara en los hogares a través de los equipos radiorreceptores. De esa misma forma trascendió a nuevos espacios, entre ellos las grabaciones discográficas.
Su voz, guitarra y los frutos de su inspiración, devinieron compañía habitual para quienes escuchándolas fueron percibidas como reflejos de identidad y portadoras de sus propios sentimientos.
Considerado una de las figuras más relevantes del cancionero cubano, su labor contribuyó a definir el sonido de la trova y a consolidar su importancia dentro de la música popular.
En este mayo se cumplen cuarenta y cinco años del deceso en La Habana de Graciano Gómez, cuyas creaciones engrosan el tesoro musical de Cuba; mérito sumado al de ser uno de los primeros artistas de la Radio Cubana.