En el corazón del municipio de Amancio Rodríguez, donde el azúcar y la resistencia campesina tejieron la identidad de una región, nació hace 55 años una emisora que se convertiría en el alma sonora de su gente: “Radio Maboas”.
Consuelo Corrales Fonseca, Máster en Cultura Económica y Política, actual directora de la emisora, nos compartió los detalles de esta historia que comenzó en 1970, en plena zafra azucarera, bajo la orientación de Fidel Castro y el impulso de dos figuras clave de la Revolución: Armando Hart Dávalos y Haydée Santamaría Cuadrado, quienes llegaron a la localidad para apoyar la producción y sembrarían una semilla de un proyecto que perdura hoy como símbolo de lucha y unidad.
La construcción de la emisora fue una proeza colectiva: trabajadores del Ministerio de la Construcción (MICONS), especialistas en telecomunicaciones y jóvenes del Ejército Juvenil del Trabajo levantaron sus estudios en solo 45 días, con jornadas agotadoras de 14 horas diarias, hasta su inauguración el 5 de abril de 1970. «El nombre, inspirado en el movimiento de resistencia campesina conocido como ‘las Maboas’, honró desde el principio las raíces rebeldes y el espíritu comunitario de nuestra región», explica la directora mientras recuerda los primeros años de la emisora.
Desde sus inicios, Radio Maboas se consolidó como un espacio de encuentro, información y cultura. La directora destaca programas emblemáticos como “Mañanitas Mexicanas”, con la inconfundible voz del locutor Ángel Omelio Rodríguez García, cariñosamente llamado “El Puro Charro” por los amancieros, o el “Noticiero Radar” y “Actualidad Campesina”, que marcaron la pauta de una programación que combinaba entretenimiento, educación y servicio público.
Con el tiempo, surgieron nuevos espacios que capturaron el corazón de la audiencia, señala Corrales Fonseca, mencionando especialmente “Dale Play”, un proyecto musical creado por Isabel Natalia Sedeño Oliva, que llegó a reunir a once clubes de oyentes, y “Micrófono Abierto”, el único programa de debate en la provincia donde los amancieros discuten abiertamente temas cruciales para su comunidad.
Pero más allá de los formatos, lo que ha definido a esta emisora es su capacidad de adaptarse sin perder su esencia. «En nuestros inicios, las transmisiones dependían de cintas magnéticas y discos de vinilo», recuerda la directora, «hoy, aunque algunas computadoras están obsoletas, logramos mantener 14 horas diarias de programación, de 8:00 a.m. a 10:00 p.m., mientras exploramos nuevas plataformas como WhatsApp, Telegram y Facebook para mantenernos cerca de nuestro público».
Uno de los roles más nobles de Radio Maboas ha sido su función como puente entre las instituciones y la gente. Desde anunciar servicios básicos hasta servir de enlace entre familiares y pacientes en el Policlínico con servicios de hospitalización Luis Aldana Palomino, la emisora ha demostrado que su verdadero poder reside en su conexión humana. «La gente nos dice: ‘eso lo dijo Radio Maboas’, como una forma de validar la información, y eso nos obliga a ser cada día más rigurosos», comenta la directora, quien destaca también la retroalimentación constante con los oyentes a través de llamadas, redes sociales y encuentros en comunidades, cooperativas y centros escolares.
Cada 19 de marzo, Día del oyente y la familia radialista y el Día del Locutor el 1 de diciembre, la emisora refuerza ese vínculo con actividades dedicadas a su público, incluyendo a clubes como: “Amor por la Vida”, para familias con personas discapacitadas y “Casi como Ayer”, para amantes de la música tradicional. «Estos espacios son vitales para nosotros», enfatiza la directora, «porque nos recuerdan que la radio es, ante todo, un servicio para la comunidad».
Los desafíos, sin embargo, no han sido menores. La tecnología avanza a un ritmo que a veces supera las posibilidades de la emisora, con equipos envejecidos y problemas de climatización. La fluctuación de personal y la sobrecarga de trabajo para quienes permanecen son obstáculos que, aunque difíciles, no han detenido su labor. «Son barreras que podemos vencer», afirma con determinación la MsC. Corrales Fonseca, quien también resalta el orgullo institucional de la emisora: desde la placa que la acredita como: Centro de Tradición Heroica, hasta el reconocimiento Honrar Honra de la Sociedad Cultural José Martí.
Pero más allá de los premios, la directora insiste en que el mayor logro es seguir al aire, cumpliendo el sueño de Hart y Haydée Santamaría, y demostrando que la radio, incluso en la era digital, sigue siendo irreemplazable. «La radio no morirá —afirma con convicción— porque es capaz de acariciar con sonidos la soledad, educar, transformar actitudes y acortar distancias. Es la compañera que enamora, la que hace comunidad».
Al concluir la entrevista, la MsC. Consuelo Corrales Fonseca, resume el legado de Radio Maboas en una idea simple pero poderosa: «Aquí no nos detenemos». Y así, entre música, debates, risas infantiles y noticias que marcan el pulso del municipio, Radio Maboas sigue escribiendo su historia, con la certeza de que, mientras haya alguien en Amancio que la escuche, su frecuencia nunca se apagará.