Invitación
Creo que la Revolución Cubana dignificó a nuestro país y a los Cubanos. Y que el Gobierno Revolucionario ha sido el mejor gobierno de nuestra Historia.
Sí: antes de la Revolución La Habana estaba mucho más pintada, los baches eran raros y uno caminaba calles y calles de tiendas llenas e iluminadas.
Pero ¿quiénes compraban en aquellas tiendas? ¿Quiénes podían caminar con verdadera libertad por aquellas calles? Por supuesto, los que «tenían con qué» en sus bolsillos. Los demás, a ver vidrieras y a soñar, como mi madre, como nuestra familia, como la mayoría de las familias cubanas. Por aquellas avenidas fabulosas sólo se paseaban los “ciudadanos respetables”, bien considerados en primer lugar por su aspecto. Los harapientos, los mendigos, casi todos negros, tenían que hacer rodeos, porque cuando un policía los veía en alguna calle “decente”, a palos los sacaban de allí.


La División Iberoamericana de la Asociación China de Ex Estudiantes Retornados del Extranjero conmemoró en Beijing, capital de China los 50 años de relaciones diplomáticas entre Cuba y el gigante asiático. La celebración estuvo presidida por Han Qide, vicepresidente del comité permanente de la Asamblea Popular Nacional de China y Presidente de dicha asociación y por Carlos Miguel Pereira Embajador de Cuba en China.
Fue nuestro José Martí quien escribiera “no se siente completo el ánimo sin algo que respetar y venerar”. Y quizá aquella profunda reflexión del Maestro me llevó de la mano un día cualquiera, en la década de los años 90 del siglo anterior, a llegar a los sitios venerables de la familia de Celia Sánchez Manduley buscando la especial vida de esta mujer que fascinó durante varias décadas al pueblo de Cuba de manera que, para muchas personas se transformó en madre, en protección amplia y profunda, en ese personaje de leyenda que nos vino desde los tiempo difíciles de la lucha clandestina contra el dictador Batista pasando por los largos meses de lucha en la Sierra Maestra donde su imagen se nos hizo leyenda entre las manos.
Estamos conmemorando el 9º aniversario de los atentados del 11 de septiembre, que sirvieron de pretexto para desencadenar una guerra cuyos promotores aspiraban a un conflicto armado de carácter perenne. Después de haber matado cerca de 3 000 personas en Estados Unidos, los organizadores de los atentados causaron la muerte de más de un millón de personas más en Afganistán y en Irak. El plan que habían trazado incluía la continuación de la matanza mediante la destrucción de Siria e Irán. Pero no han logrado –por el momento– concretar esa fase de su proyecto.
En el hospital oftalmológico Amistad Cuba China en el municipio Hebi, provincia China de Henan la sonrisa de los cubanos contagia. Algunos arribaron recientemente, otros dominan el idioma ante los ojos sorprendidos de los nativos. La Médico general Integral y Clínica de sala Mabel Torriente recuerda al abuelo de su padre, un chino que emigró a Cuba. Como una descendiente auténtica aprende el idioma y atiende a sus pacientes con un carisma particular. En ella se funden las dos culturas.