Amistad Cuba-China: Médicos cubanos en Henan (III)

¿Desde cuando estás en China?

Desde marzo de 2008.

¿En que departamento nos encontramos?

Estamos en el tercer piso del hospital. Todos los pacientes que van a cumplir un tratamiento quirúrgico pasan por aquí, ingresan en nuestro servicio de hospitalización. Aquí estabilizamos a los pacientes porque mucho padecen de hipertensión, diabetes y otras patologías crónicas hasta que estén aptos para asistir al turno quirúrgico. Después de la cirugía regresan a nuestra sala donde continúan el tratamiento establecido hasta que se recuperan.

En tu caso Mabel has aprendido a hablar el idioma chino…

Si, desde que llegué fue para mí un reto aprender el idioma porque aquí soy la única cubana que permanece a tiempo completo y no tengo forma de comunicarme con los pacientes. No me gusta mucho utilizar un traductor, además es un reto desde el punto de vista profesional y personal poder hablar chino. Desde que veníamos de Cuba nos decían “es muy difícil el idioma”. Actualmente me comunico bien con los pacientes y a ellos les gusta, se sienten queridos. Cuando llegan y uno le dice alguna frase en su idioma y entonces te acogen con más fuerza porque como saben que es una lengua difícil, le gusta que los extranjeros la aprendan. De esa forma he aprendido mucho de su cultura. Tengo el privilegio de que todos se acercan para contarme algo siempre.

¿Sientes entonces que China es una gran escuela para ti?

China es una gran escuela para mí. Estoy aquí para prestar servicio al pueblo chino, el pueblo chino que es amigo de Cuba desde hace tantos años, que nos ha acompañado siempre en las buenas, en las malas y por otra parte servir a mi país porque es un sueño del comandante Fidel Castro tener servicios médicos en China. Aquí estoy haciendo historia porque estoy entre los primeros médicos cubanos que hace revolución y aporta su granito de arena a la economía del país desde China.

Dos enfermeras chinas que laboran en la sala junto a Mabel son sus profesoras de chino. Un diccionario y mucho estudio completan su aprendizaje. Más allá de la distancia están las raíces y el compromiso. Los galenos cubanos en Hebi lo demuestran.

 

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