De cuando la pasión se vuelve tenacidad, empeño, GRABIEL…(+Audio)

La pasión periodística llegó desde el mismo día en que decidiste probar camino en la profesión, no vacilaste cuánto terreno debías desandar. Tu ímpetu, contagioso y admirable, sería la mejor herramienta para demostrar tenacidad.

Más allá de un reto, se fue concretando un gran sueño, ya no bastaba saber de periodismo, era mayor el desafío: conocer de la radio, de sus especialidades y proponer metodologías propias de gestión del conocimiento, la calidad y los contenidos.

Aprovechar cada espacio de capacitación para crecer fue uno de tus caminos para llegar a la cumbre. Inculcarle a los más jóvenes ese afán de nuevos saberes está también en ese brillante resumen de tu obra, esa que en corta vida trasciende entre premios y reconocimientos y el mérito del pueblo, de la audiencia.

Para asumir tareas, el primero siempre: la sección sindical, la delegación de base de la UPEC, el núcleo del Partido, la dirección de la emisora tuvieron tu sello sin dejar de ser el humilde y sencillo Grabiel, el Gaby. Los esfuerzos siempre se encaminaron a hacerlo bien, por eso ganaste el respeto y admiración de muchos.

El caballero de la programación, como una vez te nombró la jefa de esa subdirección en el país en aquellos años en que la dirigías en la provincia, el miembro también de la UNEAC, el primer máster en ciencias del sector, el amigo sincero, el hombre que dejó su impronta en cada sitio de la radio puertopadrense y tunera.

Ya eres, desde hace mucho tiempo, el Gaby de todos. Nos acompañas cada día en tu casa grande que es la radio, donde los olvidos se vuelven imposibles, porque no podrás irte jamás de entre quienes nos sabemos en deuda contigo

 

– Palpitan las frecuencias de Libertad con un dejo de tristeza

 

 

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