«¡Esa cajita es del diablo!», gritó mi tatarabuela Hortensia al escuchar por vez primera las voces que salían de la radio telefunken, mientras sus nietos disimulaban la risa. Muy pronto se arrepintió la anciana de aquellas palabras porque la “cajita” se convirtió en su compañera. Cada familia tiene su propia historia, pero lo cierto es que el 22 de agosto de 1922, el espacio cubano fue surcado por ondas radiofónicas generadas desde su territorio. ¡Nacía la radio en Cuba! Con las vibrantes notas de nuestro Himno Nacional, interpretado por la orquesta del maestro Luís Casas Romero, se inauguró la primera emisora que transmitió en la Isla. Fue la 2LC propiedad de este músico cubano, capitán del Ejército Libertador. El primer suceso radiofónico de vanguardia fue la CMX, por los 1010 Khz, en la década del 40. Emergió como «La Voz radial de los revolucionarios cubanos». Aquellos valientes fueron los primeros que se arriesgaron para denunciar los desmanes del gobierno de turno. Sin pagar una sola actuación ante el micrófono, contó con la flor y nata de la actuación y de la música cubana. Sin duda, en la mágica cajita embotellaron ángeles, pues la voz de Bellita Borges identificaba a la planta. Fungía como director general y artístico, Ibrahím Urbino. Contaron con guionistas de la talla de Marcos Behmaras y Félix Pita Rodríguez; actores y actrices como Raquel Revuelta, Paco Alfonso, Amador Domínguez, y músicos estelares como: Adolfo Guzmán, Bebo Valdés y Facundo Rivero. Entre los cantantes: Elena Burke, Olga Guillot, César Portillo de la Luz, y toda la hornada del filin cubano de la época. Solo duró cinco años la 1010, las voces de la verdad y la justicia fueron silenciadas hasta el 24 de febrero de 1958, cuando salió al aire desde la Sierra Maestra, Radio Rebelde, fundada por Ernesto Che Guevara, con la voz jubilosa de …