Obama, los cubanos no olvidamos
«Cultivo una rosa blanca en junio como en enero, para el amigo sincero que me da su mano franca», así comenzó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, su discurso dirigido a la Sociedad Civil Cubana, este martes, en el Gran Teatro Alicia Alonso de La Habana.
Y es que apelar a la obra del Apóstol José Martí ha sido una de las estrategias empleadas por el mandatario para comunicarse con el pueblo cubano durante su estancia en la Isla. Sin embargo, las palabras bonitas y su proyección ante el auditorio no han podido camuflar marcados propósitos de su visita.



El llamado hecho este martes en La Habana al pueblo cubano, por el Presidente norteamericano Barack Obama, de olvidar los más de 50 años de ruptura y enfrentamientos entre Cuba y Estados Unidos, y de no ser rehén de ese pasado, no deja de tener cierta dosis idílica, cándida, ingenua y por consiguiente, ser un intento de desideologizar cuantas batallas ha librado la nación antillana, y le falta aún por librar.
Se escuchó la voz de play ball en el estadio Latinoamericano y comenzó la pasión. Un juego histórico entre una selección cubana de béisbol y el equipo de Grandes Ligas de los Estados Unidos Tampa Bay Rays se desarrolla en el estadio Latinoamericano de La Habana, que comenzó con la presencia de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama en las primeras entradas del desafío.
Hay que conocer Cuba y a los cubanos, pero también hay que saber y profundizar en la historia de nuestro país. Solo así podemos entender cómo se ha fraguado la identidad nacional, por qué el sentido de unidad es el arma fundamental de nuestra lucha, porque la resistencia nos ha llevado hasta aquí.