Cuba sin miedo
El quinteto de la muerte debía no solo dedicar sus neuronas a la destrucción, la guapería, el odio, a querer aplastar a gobiernos legítimos para imponer su despreciable sistema de vida. Trump, Pence, Pompeo, Abrhams y Marco, por el contrario podían ser, al menos, un poco más sensatos y preguntarse por qué, tras 60 años de la revolución, no han podido ni podrán jamás arrodillarnos.