¡Peligro. Puede ser inflamable!
Siempre que en Cuba nos amenaza un huracán, nuestros medios insisten, una y otra vez, en dos palabras, es decir, “preparados y alertas”. Y quizás hoy como nunca antes tales vocablos adquieren una muy alta significación, porque lo que vivimos actualmente bien puede catalogarse, en cualquier momento, como un huracán, tan potente y destructor que puede ser capaz de llevarnos a varios siglos de retroceso si es que no nos unimos todos para evitarlo.