Cada emisora, una personalidad propia
Cada radioemisora es un universo. Al menos debería serlo, debería procurar serlo. Los propósitos y las definiciones pueden estar bien asentados, pero es la práctica radial la que, en última instancia, define su personalidad. No me cansaré de decir que no hay red cultural más importante que el centenar de casas radiales extendidas a lo largo y ancho de nuestro archipiélago, en las ciudades más grandes y en los municipios más pequeños.