Si queremos ser verdaderamente objetivos, hay que reconocer que Estados Unidos es una gran potencia, sobre todo militar y, con razón, se debe calificar como un imperio, sin dudas el más poderoso de la historia. Por supuesto, no descubro nada nuevo a estas alturas, sin embargo, creo que lo apuntado va más allá del simple enunciado, y hace que lo califiquemos como un azote o una pandemia que sufre la humanidad desde que, como parto anómalo, nació allá por 1776 para hacerle la vida insoportable al mundo mediante sus intervenciones militares, injerencias, abusos, robos, chantajes, usurpaciones, manipulaciones de sus medios de comunicación con miles de mensajes tóxicos y el uso de la guerra como arma predilecta. Es como una ansiedad perversa por el dominio total de vidas y recursos, suplantando la persuasión por bombas, el respeto entre las naciones por la injerencia, y la paz por la guerra.