Fernando Alcorta Castellanos: Radio Cuba y Radio Progreso grandes escuelas

 

¿Dónde nace y se desarrolla en su niñez y adolescencia?

Nací  en Ciego de Ávila, en el seno de una familia muy humilde, que supo darme a mi hermano y a mí una niñez feliz, con mucho cariño y dedicación.
Imagino que dado los recursos de la familia y la época en que sucede, no puede realizar estudios superiores.

Efectivamente, a los doce años, en 1945, tuve necesidad de interrumpir los estudios y trabajar para ayudar a la economía familiar. Recuerdo que mi primer trabajo fue en una distribuidora de café llamada El Peñón, que tenía su sede en la ciudad de Camagüey. Allí hacía de todo, desde limpiar el local hasta llevarles café a los clientes y todo por seis pesos al mes. Luego trabajé indistintamente en tiendas de ropa, oficinas y otros establecimientos. En la medida que mejoró mi situación, matriculé y estudiaba por la noche en academias particulares.

Y, ¿cuándo Fernando Alcorta se sitúa por vez primera ante un micrófono?

Primero tengo que decirte que desde pequeño me apasionaban los programas de radio. Recuerdo que escuchaba a Moncada, Los Tres Villalobos, El derecho de nacer… Me gustaba escuchar a Ibrahim Urbino, a Manolo Serrano, a Jorge Luis Nieto, a Rosendo Rosell, Cepero Brito y a otros de los buenos locutores de entonces, fundamentalmente de CMQ y Cadena Azul… Y por supuesto entre signos de admiración Germán Pinelli, que fue el gran maestro de todos nosotros.

Fue exactamente en el año 1950 y fue por una circunstancia. Sucedió que al propietario de la farmacia donde estaba trabajando, el doctor José Leal, se le ocurrió formar un equipo de pelota y entre aquellos muchachos había uno que tenía un espacio deportivo en la emisora CMJH. Un día le hizo falta un ayudante y yo me ofrecí. Fue así como participé por vez primera en un programa de radio.

Y a partir de ese momento continúa en la radio.

No, que va. Tenía un tío que era comisionado de víveres en Camagüey, quiso encaminarme en esa actividad y me trasladé a esa ciudad. Allí realicé gestiones de venta por espacio de año y medio, pero a pesar de mis esfuerzos fracasé. Evidentemente no había nacido para este propósito.

Además de su fracaso laboral, ¿qué recuerdo guarda de Camagüey?

En la ciudad de Camagüey me sorprendió el golpe de estadodel dictador Fulgencio Batista. Recuerdo que me uní espontáneamente a una manifestación que se efectuó frente al Ayuntamiento Municipal en la calle de Cisneros. Tenía sólo 19 años y no tenía todavía una conciencia plena de lo que significaba aquello, pero lo rechazaba porque presentía que era algo muy malo para Cuba.

¿Y continúa en Camagüey?

No. Regresé  a Ciego de Ávila y entonces sí me dediqué por completo a la radio. Sucedió que mi primo hermano Orlando Castellanos, que ya era un locutor consagrado en Ciego, tenía una agencia de publicidad con espacios contratados en la radio y una excelente programación. Pues bien, Orlando me llamó y me dijo – oye, vete por la casa para que veas la grabadora que compré -. Al otro día me fui para su casa y mientras apreciaba aquella maravilla de la tecnología de la época, me dijo – graba algo ahí, cualquier cosa que se ocurra -. Entonces comencé a hablar. Cuando termino, Orlando rebobinó y comenzamos a escuchar. De pronto expresó Orlando – (nombre que me puso mi abuela, que era andaluza) no me había dado cuenta de lo bien que lees y la voz tan buena que tienes, pero además pronuncias bien y es muy agradable, sonarías bien por radio -.

Y ¿qué pasa entonces?

Para qué  fue aquello. Comencé a pedirle con mucha insistencia que me diera una oportunidad en sus programaciones. Él tenía mucho interés en ayudarme, pero tenía que hacerlo con cierta cautela, porque imagínate los programas tenían patrocinio comercial y los anunciantes exigían calidad y hasta escogían las voces. Pero lo logré.

¿Recuerda el primer programa de radio que hace?

Fue en 1952 y se llamaba Melodías de las 7 y 45. A partir de ese momento sólo un pensamiento me animaba: hacerme un buen locutor de radio. Al extremo que me iba a la CMJH y hablaba y hablaba sin interesarme si me pagaban o no, solo me importaba ganar maestría como locutor.

Cuando celebramos en Ciego de Ávila el Aniversario Cincuenta de Radio Cuba, supe que usted figura entre los fundadores. ¿Cómo es éste proceso?

El 10 de octubre de 1952 se inauguró en Ciego de Ávila la CMJP, Radio Cuba, y Orlando Castellanos pasó con todo su bagaje publicitario a la nueva emisora y con él fui yo. Radio Cuba fue para mi una gran escuela, pues Gustavo Cruz Ramírez, el dueño, me facilitó realizar casi todas las especialidades de la locución, tales como comerciales, musicales, animación, declamación, entrevistas. Gustavo Cruz también contribuyó a mi formación política, pues era dirigente del Directorio Revolucionario en Ciego de Ávila y pronto me vi. involucrado en actividades conspirativas contra la dictadura que oprimía al país. La emisora se convirtió en un hervidero revolucionario y fue visitada muchas veces por dirigentes provinciales y nacionales del Directorio.

¿Radio Cuba realiza alguna actividad durante la huelga del 9 de abril de 1958?

Como no. Y precisamente a mí me designaron para atender el llamamiento a la huelga general que se transmitiría por la radio. Nos encadenamos con el Circuito Nacional Cubano y transmitimos la alocución en la voz de Wilfredo Rodríguez Cárdenas. Inmediatamente después entre el operador y yo escogimos un disco del cantante puertorriqueño Daniel Santos que en uno de los estribillos dice – Te metiste a soldado y ahora tienes que aprender -. Inmediatamente abandonamos la emisora. Aquello fue un escándalo pues cuando terminó el disco comenzó el concebido ruido en la transmisión. Por supuesto que fui detenido.

¿Cuándo triunfa la Revolución todavía se mantiene en Ciego de Ávila?

Sí. Precisamente, el locutor  Ibrahm Ulloa, padre de Laritza, y yo, desde la emisora transmitimos todo el tiempo consignas y también nos encadenamos con la Radio Nacional de Sancti Espíritus, que había sido tomada por las tropas rebeldes y otras veces con Radio Rebelde. Después continué trabajando en Radio Cuba, hoy Radio Surco. En esos primeros meses conocí a Orestes Valera, uno de los locutores de Radio Rebelde en la Sierra Maestra, que había sido designado para un alto cargo en Ciego de Ávila. Allí se comenzó a fomentar una gran amistad que después continuamos.

¿En que momento y por qué circunstancias se produce su traslado para la capital del país?

Estuve en Ciego de Ávila hasta abril de 1960. Como te dije antes Orlando Castellanos y yo éramos más que primos hermanos, éramos hermanos, compañeros desde niños Y otra vez Orlando, quien ya se había ido para la Habana y ocupaba el cargo de  Jefe de Programación de la emisora nacional Unión Radio, me consiguió un contrato como locutor comercial de las transmisiones de la pelota  Triple A de los Sugar King Allí en Unión Radio conocí a valiosos compañeros con quiénes establecí una gran amistad, entre ellos, a Gustavo Mazorra, Orlando Fundora, Ramón Álvarez Viejo, Roberto Canela y Miguel Ángel de la Guardia…

¿Está mucho tiempo en Unión Radio?

No mucho porque sucedió que la licencia para la pelota Triple A con los Sugar King era propiedad norteamericana y al agudizarse las tensiones la cancelaron. Imagínate me vi en la calle y sin llavín y de nuevo mi hermano Orlando Castellanos me tendió su mano y me fui a vivir a su casa en la calle Concha en Luyanó.

Tengo entendido que usted comienza en Radio Progreso en el propio año 1960. ¿Cómo se produce su llegada a esta Cadena Nacional?

Estando en Unión Radio, yo había hecho pruebas en varias emisoras de la capital y me llamaron de Radio Progreso para hacer nada menos que un programa de música guajira que sustituía a Cantores de Ariguanabo. Este programa salía en vivo desde el Estudio no. 1 a la 6 y 30 minutos de la tarde. Esto fue exactamente el 15 de agosto de 1960. Mis jefes fueron en ese momento Leovigildo Díaz de la Nuez, que era jefe de programas y Marcos Behmaras, que era el director de Radio Progreso. Con estos compañeros establecí una profunda relación profesional, política y de amistad. Fueron muy importantes, te diría que decisivos en mis primeros tiempos en la Habana.

En el momento que usted llega, ¿quiénes son los profesionales de la voz en Radio Progreso?

De aquel 1960 recuerdo a Juan Manuel Tabares, Oscar Jiménez, el doctor Luis Vilardell, Adalberto Fernández, Gabriel Coderch, Miguel Hernández, entre otros. Participé en toda la programación, creo que fui el único locutor de la emisora que trabajó en casi todos los programas hasta 1993, unas veces como titular y otras por sustitución. El ser narrador de los programas dramáticos, especialidad que me gusta mucho, me dio la oportunidad de compartir con numerosos actores y actrices que ya desde antes admiraba. Quisiera mencionar a dos actrices que además trabajaban conmigo en un programa que escribía mi gran amigo Alberto Luberta y que tuvo gran audiencia Tríos en la noche. Allí compartí el micrófono con Martha del Río y Martha Velasco.

Yo recuerdo su voz en el Noticiero Venceremos. Usted abandona entonces Radio Progreso.

No, lo hice sin abandonar Radio Progreso. Ese noticiero era muy bueno, lo dirigía Raúl Valdés Vivó e intervenían además José Antonio Cepero Brito, Núñez de Villavicencio, José Armando Vidal. Recuerdo que tenía una sección donde Alicia Fernán decía los poemas que escribía Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí.

Figura entre los fundadores de la emisora internacional de ondas cortas, Radio Habana Cuba ¿qué recuerda de aquellos primeros momentos?

A finales de 1960 el compañero Pedro Costa estaba  realizando tareas para organizar las transmisiones por onda corta. Por sugerencia del compañero Díaz de la Nuez habló conmigo y me invita a trabajar en lo que sería la emisora internacional de nuestro país. Recuerdo que hicimos un programa de prueba en el que intervinieron entre otros, César Portillo de la Luz, la cantante Bertha Dupuy y la actriz y locutora Bertina Acevedo. La dirección fue del desaparecido actor Carlos Más y la musicalización la realizó Mariano Suárez del Villar. En ese primer momento surgió la idea de utilizar las campanitas con las notas de la Marcha del 26 de Julio, las que fueron ejecutadas en un xilófono que había en el estudio 5 de Radio Progreso. La emisora comenzó con un pequeño transmisor que se encontraba en Bauta, pero que todavía no tenía enlace directo. La programación inicial consistía en La Revista Informativa de las 7:00 (noche) de una hora que había que grabar y llevarla hasta el transmisor.

Imagino el trabajo y los contratiempos que esto acarrea.

Muchas veces se contaba con el tiempo preciso para llegar y transmitir el programa. Recuerdo que en una ocasión se produjo un accidente del automóvil que llevaba la grabación. Por suerte los compañeros solo recibieron algunos golpes sin importancia, aunque la colisión fue muy aparatosa. Lo más importante es que nunca el programa dejó de salir al aire.

¿Siempre se llama Radio Habana Cuba?

Al principio unos propusieron el nombre de Radio Cuba, otros el de Radio Habana. Mientras se decidía el nombre se adoptó la decisión de llamarla provisionalmente como Onda Corta Experimental Cubana. Con ese nombre comenzamos a transmitir. Debo decir que al principio se trabajaba en precarias condiciones, pues no teníamos locales apropiados. Mientras se acondicionaban los pisos cuatro y cinco del edificio de Infanta 105, trabajábamos y preparábamos la programación en locales de Radio Progreso.

¿Qué recuerda de la programación que hacen en aquellos primeros momentos?

Tuve el honor de presentar al maestro Leo Brouwer que ofrecía conciertos de guitarra. También participé en la transmisión del acto en la esquina de las calles 23 y 12, en ocasión de los funerales de las víctimas de los bombardeos previos al ataque de Playa Girón, el 16 de abril de 1961. También conjuntamente con Orlando Castellanos, que también fue fundador, dimos lectura a todos los partes de guerra de Playa Girón. Recuerdo que dormíamos en la emisora. Así llegamos al 1ro. de mayo de 1961 y conjuntamente con Castellanos estuvimos en la Plaza de la Revolución, celebrando el Día de los Trabajadores y la victoria de Playa Girón. Allí Castellanos dijo las palabras inaugurales de nuestra emisora internacional, que a partir de ese día se llamó Radio Habana Cuba. Fueron días gloriosos que tuve la suerte de vivir y también considero una tantos compañeros y compañeras como Ángel Hernández, Bellita Borges, Bertina Acevedo, suerte haber trabajado en Radio Habana Cuba desde sus primeros balbuceos y hacerlo al lado de Lilia Rosa López, Maruja García, Enrique López, Pepe Agüero, Orlando Castellanos, Pedro Costa y muchos más y hacerlo bajo la dirección de Marcos Behmaras, Orlando Fundora y Alfredo Viñas, entre otros.

En otras ocasiones me comenta que tiene una participación destacada en la formación del sindicato en la radio.

Efectivamente. Fui Secretario General del primer sindicato oficialmente elegido en Radio Progreso, después de 1959. Aquel ejecutivo lo integraban además, entre otros, Medardo Montero, Angelo Díaz y Juanita Caldevilla. También formé parte del Consejo Nacional del Sindicato Nacional de Artes y Espectáculos como fundador. El Secretario General era el actor Pedro Álvarez y agrupó a figuras destacadas del mundo artístico, entre ellas, a Esther Borja.

En su larga trayectoria artística es testigo de momentos muy importantes de esos  que no se olvidan jamás. Le pido que comente algunos.

Hice la presentación del compañero Fidel Castro en la primera graduación de maestros en la Ciudad Deportiva. Después seguí teniendo el honor de trabajar como presentador en las distintas comparecencias que hizo a través de Radio Habana Cuba.

Otro momento muy importante en mi vida profesional fue la transmisión del recibimiento del primer cosmonauta del mundo Yuri Gagarin, en el Aeropuerto José  Martí, el 24 de julio de 1961. Después el 26 de julio, en la concentración de la Plaza de la Revolución, estuve muy cerca de él y pude saludarlo. Me dio la impresión que era una persona muy sencilla y jovial. No podía imaginar entonces que muchos años después, en septiembre de 1980, estaría visitando la casa donde pernoctara Gagarin el día anterior a su viaje espacial.

Tuve la encomienda de narrar para la Radio Cubana el lanzamiento de la nave espacial en que viajaba el primer cosmonauta cubano y latinoamericano Arnaldo Tamayo Méndez, desde la propia rampa. Allí conocí a destacadas personalidades soviéticas, entre ellos a Vladimir Shatalov, el primero que acopló una nave en el espacio, a Guerman Titov, el segundo cosmonauta del mundo, a Alexei Leonov, el primero que salió al espacio abierto realizando una caminata, a Romañenko, compañero de Tamayo. También me correspondió narrar el regreso de la nave en el desierto de la hoy República de Kazajstán. Allí pudimos vivir la experiencia de ver una tormenta de arena.

Por la importancia de esta vivencia, su historicidad, quisiera me amplíe los detalles sobre el lanzamiento y el regreso de nuestro primer cosmonauta.

El lanzamiento se efectuó de noche pero cuando los reactores del cohete portador se encendieron, nos pareció que era de día. La puesta en órbita demoró unos minutos, que a nosotros nos parecieron eternos. Ya cuando estuvieron en órbita todos estallamos en vivas por la inmensa alegría. Allí junto a mí se encontraba Eddy Martin, que había sido designado para narrar este acontecimiento para la Televisión Cubana. Nos habíamos trasladado a Moscú unos días antes del lanzamiento y localizamos una instalación deportiva donde pudiéramos correr como parte del entrenamiento, pues nos habían advertido que tendríamos que correr por el desierto de Kazajstán desde el lugar donde nos dejara el helicóptero hasta el lugar donde descendería la nave espacial. Yo creía que estaba en forma, pero la noche señalada cuando realizaba la carrera de un poco más de 200 metros me caí dos veces por la topografía de aquel terreno lleno de pequeños arbustos duros y espinosos. Pero aunque sofocado y con unos cuantos arañazos cumplí mi misión y logré entrevistar a los cosmonautas para la Radio Cubana. No obstante si existiera una próxima ocasión el entrenamiento tendría que ser en el lugar apropiado, pues a no dudarlo, como dice el refrán – no es lo mismo con guitarra que con violín -.

Alcorta, además de esta experiencia, que solamente tienen Eddy Martin y usted, ¿ acumula otras vivencias del ámbito internacional?.

En 1973  participé en Polonia en las actividades por el Día de la Televisión Cubana en ese país. Oportunidad para visitar el campo de concentración nazi de Auschwitz. Después, desde 1974 hasta 1977 cumplí una misión de colaboración profesional con Radio Praga Internacional. En 1979 fui asesor de la Radio Nacional de Angola para cursos de formación de locutores. En esa ocasión también participé con  el periodista Julio Batista en las transmisiones para los colaboradores internacionalistas cubanos en ese país. Cuando se cumplió el primer aniversario de la Revolución Sandinista en Nicaragua, formé parte del grupo de periodistas y locutores que acompañó al Comandante en Jefe Fidel Castro al hermano país.

Al finalizar nuestra conversación quisiera preguntarle ¿qué es para usted la radio?

Me considero un producto neto de la radio. Nada pudo enriquecer más mi espíritu. He tenido la oportunidad de servir desde esta trinchera a mi Patria y he recibido el reconocimiento de mi pueblo. Qué más puedo pedirle a la vida.

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