Mantener y enaltecer la obra de Eusebio Leal (+Audio)

“El reto y a lo que debemos responder es a cómo nosotros mantenemos y enaltecemos la obra de Eusebio. No es quedarnos detenidos en el tiempo, es lo que hizo Eusebio, el legado que nos dejó, y cómo ese legado se sigue alimentando, se sigue multiplicando. Y no puede haber trabas para que ese legado se pueda multiplicar”, reflexionó Díaz-Canel.

El mandatario cubano resaltó el trabajo de la Oficina del Historiador de La Habana como un modelo de gestión que debe servir de referente para impulsar el desarrollo local.

En ese sentido, subrayó que “en la Oficina ya existe un modelo de gestión para el desarrollo local. En los últimos tiempos el gobierno ha insistido mucho en este asunto, se aprobó una política para el desarrollo territorial, y estamos insistiendo mucho en la autonomía de los territorios, de los municipios”.

En medio de todo ese diseño -acotó el mandatario- tenemos que aprovechar la experiencia que ustedes han construido.

De igual manera, Díaz-Canel se refirió al aporte que la Oficina del Historiador puede hacer con sus experiencias en la capacitación de los intendentes y gobernadores, y demás directivos de las estructuras municipales de gobierno.

Rescatar la calidad de los servicios en lugares paradigmáticos de La Habana Vieja -y en todos los sitios destinados al público, de manera general- así como continuar exigiendo eficacia en todos los proyectos inversionistas, fue otro llamado del Presidente Díaz-Canel a quienes dirigen y trabajan en la Oficina del Historiador de La Habana.

“Si logramos todo eso, vamos a seguir entonces enalteciendo la obra de Eusebio, vamos a seguir creciendo con el legado de Eusebio; y a ustedes, aunque hay que trabajar entre todos, les corresponde una alta responsabilidad en eso”, enfatizó el Jefe de Estado.

Durante el encuentro, Perla Rosales, directora adjunta de la Oficina del Historiador de La Habana, informó acerca de la labor de la institución en 2020 en la gestión urbana, cultural, social, educacional e inversionista, entre otros ámbitos.

En ese sentido, subrayó que el trabajo se ha visto impactado por la crisis generada por la pandemia de la COVID-19. A pesar de todas las limitaciones, precisó, entre las proyecciones para el presente año, la entidad se propone buscar nuevas fuentes de suministros para sustituir importaciones, la ampliación del uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones para agilizar y optimizar los procesos, fortalecer la participación de las comunidades mediante la creación del Centro para el Desarrollo Cultural Comunitario, así como extender la experiencia del desarrollo urbano integral hacia toda la capital y las ciudades patrimoniales, mediante asesoría especializada.

Al valorar el meritorio trabajo desplegado por la institución en el orden social, cultural y económico, el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz aseveró que “Eusebio Leal es insustituible y a la Oficina del Historiador de La Habana le corresponde mantener su legado, preservar y desarrollar su obra”.

El Jefe de Gobierno resaltó que “la recuperación del patrimonio es una cuestión que está viviente y con un reconocimiento internacional el hecho del impacto social, y esa mezcla entre la recuperación del patrimonio, el componente cultural y el componente social”.

“El hecho de recuperar el patrimonio con las personas, y que las personas formen parte del proyecto, es lo que hay que mantener y sostener, porque es lo que va a marcar la diferencia. Y esa recuperación del patrimonio, ese componente cultural y todas esas misiones y programas sociales que tienen, evidentemente hace muy grande el papel de la Oficina”, destacó Marrero Cruz.

Expertos y estudiosos aseguran que las personas han estado en el centro de las preocupaciones y los esfuerzos de la Oficina del Historiador de La Habana, desde que la institución fuera creada por el Dr. Emilio Roig de Leuchsenring, el 11 de junio de 1938.

Pero, fue 1959 el año significativo para la Oficina, pues, por primera vez, el gobierno mostraba interés por la salvaguarda del patrimonio habanero. En 1969, unos años después de la muerte de Roig, uno de sus discípulos más aventajados, Eusebio Leal Spengler, emprendió este camino, difícil y enaltecedor.

Todavía queda mucho por hacer en la Oficina que se ha ganado el respeto y la admiración de cubanos y ciudadanos del mundo; pero el encuentro de este miércoles con el Presidente Díaz-Canel ratificó que los más veteranos y los más jóvenes que llegan a la institución, no dejan de soñar, para mantener vivo el legado de Roig y la huella de Eusebio, quien sigue andando su Habana.

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