por Santiago de Cuba, simiente de la Revolución, renacida con el esfuerzo y gallardía de sus hijos tras el paso devastador del huracán Sandy, entra de nuevo en la historia.
Luego de realizar una travesía pletórica de emociones y patriotismo, las cenizas del eterno Comandante en Jefe arribaron a la tierra que escribió páginas imborrables de sacrificio y lealtad a las causas justas.
En el emblemático Parque Céspedes, el pueblo de la ciudad indómita se congregó el 1 de enero de 1959 para escuchar a Fidel, quien se encontraba en el balcón del Ayuntamiento.
Con vítores y aplausos prolongados de los presentes, el guerrillero de la Sierra proclamó la llegada de una nueva aurora de libertad y dignidad para los cubanos y las cubanas. Aurora que brilla hoy y no se nublará jamás.
Las cenizas del Comandante en Jefe Fidel Castro, ícono cubano y mundial, reposarán posteriormente en el Salón de los Vitrales, de la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, donde a las 19:00 horas se realizará un acto de masas, con más de 300 mil compatriotas procedentes de la propia Santiago de Cuba y de las provincias de Camaguey, Las Tunas, Granma, Holguín y Guantánamo, para rendir tributo póstumo al eterno líder.
