José Corrales hace historia en la Radio y la TV de Cuba

«Yo nunca he querido ser vanidoso, o al menos he luchado para no serlo. Pero ahora que estoy en la etapa de mi jubilación, con la experiencia de mis años, miro la vida con calma. La disfruto tranquilamente, sobre todo con sencillez y armonía. Por eso me gustó tanto interpretar El Quijote, porque fue un trabajo modesto, pero me colmó de dichas y satisfacciones».

«La vanidad, el orgullo no valen para un actor genuino. El actor debe ser brillante, pero en él debe haber un hombre, un ser humano, alguien que merezca el respeto y la consideración y no solo la admiración del público».

«Quiero darle gracias a la vida, que es un modo de agradecerle también a Dios y a todos quienes me han querido y ayudado a ser mejor en el ya largo camino que ha sido mi existencia. Y al público cubano, que ha sido una de mis grandes razones de vivir».

Falleció el 17 de mayo de 2017, a la edad de 86 años. También dramaturgo, asesor y conductor de programas radiales y televisivos

José Benito Corrales Martínez (Matanzas, 21 de marzo de 1931) sintió desde temprana edad la pasión por el arte. 

Para 1950, mientras realiza funciones administrativas en la Compañía de Electricidad, escribe, dirige y protagoniza Tardes de pasión, en la CMGW Radio Matanzas; para su radionovela «Cristina Sarmiento o la historia de un amor sin fronteras».

Se gana una plaza en la empresa eléctrica habanera y, desde allí, integra un coro dirigido por Cuca Rivero que canta en la radio y en El bar melódico de Osvaldo Farrés, en la televisión.

Hacia 1951, dentro de CMQ TV Canal 6, asume roles de extra en la revista musical Cabaret Regalías y actúa en pequeñas emisoras hasta llegar a Héroes de la justicia y Actualidad mundial, de Marcos Behemaras, en Radio Progreso.

En 1956 canta en el concurso de aficionados El programa de José Antonio Alonso1 (Canal 6) y triunfa. Lo contratan para escribir Estrellas nacientes, de José Antonio Alonso, su versión radial. También será dramaturgo, asesor y conductor de programas radiales y televisivos. Ese mismo año, su vida profesional se define cuando se evalúa como actor.

Paco Alfonso, en la sala El Sótano, lo selecciona para sustituir al afamado Manolo Coego, protagonista de «Un drama en el quinto piso», preámbulo de otros escenarios y obras: «La zapatera prodigiosa», «El Cid», «La soprano calva», «Luna de miel sin miel», «El esposo», «El mercader de Venecia», y en el teatro universitario: «La tierra de Dissy Guerra».

Analizar su trayectoria actoral televisiva revela sus aportes a una porción importante de la historia del dramatizado cubano durante sus tres primeras décadas de servicio público. Ejemplos: Participa en mayo de 1959 en el Canal 122 en el programa de la Reforma Agraria que escribe Antonio Yoga. En 1961 ingresa al luego famoso Seminario de dramaturgia, junto a artistas como Mayté Vera.

Durante 1963 renunció a su empleo y devino asesor de la programación dramática audiovisual, a cargo de proyectos semanales de la magnitud y complejidad de Teatro ICR, Grandes novelas y La comedia del domingo, donde interpreta personajes memorables.

El Teatro ICR -creado por el genio de Marcos Behemaras- tuvo en la dirección de puesta en escena a otros gigantes de nuestra dramaturgia mediática, como Roberto Garriga, Antonio Vázquez Gallo y Erich Kaupp, quienes le hicieron crecer.

Dentro de ese espacio, Corrales interpretó su primer personaje importante del video, en 1967, en El retamal, y actuó en Antígona, bajo la dirección de Vázquez Gallo.

Para 1968 intervino en Cena de matrimonios, dirigido por Erich Kaupp; en 1971, en Bodas de sangre; en 1974, en la segunda versión de Monserrat, en el personaje de Izquierdo, de la autoría y dirección de Vázquez Gallo; en 1978, en Las brujas de Salem, con Garriga, y en la tercera versión de Monserrat.

Hacia 1981 trabajó en Juan Palmeri y La carnada; en 1982, en El proceso de Richard Weberley; en 1983, en Luis y Jhon en Morazán y La zapatera prodigiosa; en 1984 en La edad peligrosa. A ellos se suman El sombrero de tres picos y La molinera de Arcos.

En la serie Grandes Novelas, Corrales intervino en las versiones de clásicos de novelas literarias. Ejemplos: Madame Bovary (Enero-marzo de 1971), El tábano (Enero-mayo de 1972, Las ilusiones perdidas (Agosto de 1980).

Entre 1982 y 1983 participó en El tábano, donde reitera a Monseñor, en la segunda versión grabada por Miguel Gutiérrez. Encarna a Rudesindo Sarmiento en las novelas Las impuras y Las honradas, transmitidas en 1984. Apareció en otras telenovelas desde 1987: Médico de guardia, de 40 capítulos dirigida por Roberto Garriga; Finlay y El eco de las piedras.

Para el espacio Las Aventuras actuó en el rol de Valenzuela durante la puesta en pantalla de El cacique Arimao (mayo de 1971); hizo el memorable personaje de Gessler en Guillermo Tell (de 68 capítulos, emitida en mayo de 1973). 

En junio de 1974 formó parte del elenco de La guerrilla de Alistano (de 70 capítulos, bajo la dirección de Suárez Mure; en agosto de 1974, en Orden de ataque (como Sherven Von Sanked, de 87 capítulos; desde octubre de 1978 hasta febrero de 1979, en El corsario negro (como Van Gould, de 80 capítulos, bajo la dirección de Severino Puentes).

Además trabajó en La leyenda del príncipe (1979); en El halcón (como Ar Sofa Bey, de 60 capítulos, exhibida en abril de1981), y en El trono y la espada (en agosto de 1982). Le siguieron: Juan Quin Quin (interpreta de forma simultánea de dos hermanos gemelos, uno de ellos con ojos verdes artificiales, bajo la dirección de Miguel Sanabria) y El halcón blanco (1985).

Realizó varios personajes de abuelo en la serie infantil Caritas (1970), otros roles de obras universales en Literatura (1970-1973, miércoles), ¿Qué dice aquí? (“La guillotina”, “La visita de la vieja dama”, “La muerte de un viajante” y “Nana”13, entre 1972 y 1974), en El hombre y su mundo (“Miguel Hernández” y “La villa sangrienta”, en 1973, bajo la dirección de Manuel Puertas).

Durante 1984 tuvo otras incursiones en El cuento (“Un crimen perfecto” y “Don Cayetano el informal”); en el humorístico Así era entonces; en La comedia (donde Ana Lasalle realiza su última actuación) y y El caballero de la alegre tijera.

Para 1986 actúa en el infantil ABC (específicamente en los capítulos “Un millón de amigos”, “Sabino” y “El rey Salomón”).

Aun tuvo tiempo para combatir en Playa Girón, ser dirigente sindical e integrar el Consejo de trabajo, las Comisiones de evaluación y múltiples jurados en los Festivales nacionales de la radio cubana.

En 1992 una gran pérdida familiar le conmociona y aparta de la actuación. Será el trabajo en Radio Progreso y Radio Arte lo que le devuelva su afán creativo. ¿Cómo olvidar en 1996 su interpretación de Caignet para “Cuando la vida vuelve”, aquel éxito arrollador de Joaquín Cuartas en Radio Progreso?

Hacia los 2000 retoma la conducción televisiva en Entre tú y yo. Cuando comencé a escribir las secciones especializadas y entrevistas a su cargo, me ajusté a su estilo, y cada sábado -con su proverbial maestría- desgranaba ante cámara las remembranzas de nuestra historia televisiva o dignificaba la obra de sus hombres y mujeres.

Entre tú y yo le brindó un nuevo hogar profesional y rescató su identidad personal arrebatada por sus famosos personajes. Mantuvo la conducción y actuación radiofónica hasta que su salud le impidió desplazarse con regularidad a las grabaciones.

Pese a su condición de artista versátil, Corrales es para los cubanos un actor capaz de bordar con igual excelencia y rigor un bondadoso abuelo, un galán, una caracterización en los clásicos literarios y teatrales o un villano contundente en cualquiera de sus teatros, cuentos, novelas y aventuras radiales y televisivas.

Por ello, entre tantas condecoraciones, ostenta el Premio Nacional de Televisión y tiene la admiración y el cariño de todos.

 

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