El 21 de julio, Cuba entera recuerda a Raimunda Paula Peña Álvarez, en el ámbito musical Paulina Álvarez, mujer que transformó el danzón en canto.
Nacida en Cienfuegos en 1912, y con solo 9 años, ya participaba de manera no profesional en veladas culturales de la ciudad que la vio nacer, en eventos organizados por sociedades como la Unión Fraternal y el Centro Maceo. El público cienfueguero llegó a disfrutar por adelantado de su gracia precoz, en los teatros Campoamor, Esmeralda y Martí.
Su familia se mudó a La Habana, donde también, de muy joven, mostró cualidades que repercutieron en la radio. Con 17 años su voz salió al aire, en la emisora 2-PC de Ángel Bertematy, al debutar con su interpretación El Manisero de Moisés Simons.
Su irrupción en la radio coincidió con el surgimiento del Danzonete, género creado por Aniceto Díaz, que fusionó el danzón instrumental con la interpretación vocal. Ella fue la primera mujer en interpretar y grabar ese cadencioso género. Con la pieza “Rompiendo la rutina”, se convirtió, con excelencia, en su mejor exponente.
Fue la radio su carta de presentación cuando, en 1931, ya como solista de la Orquesta Elegante, cantó para la CMCJ, a la fecha una de las emisoras más potentes del país. Allí el locutor Ruiz del Vizo, cautivado por su estilo y dominio vocal, la llamó, por primera vez, “La Emperatriz del Danzonete”.
Desde entonces su voz se hizo habitual. Primero, en 1934 como artista exclusiva de la CMQ y, más tarde, en las escuchadas Radio Progreso, RHC Cadena Azul y Radio García Serra, donde su orquesta contó con un espacio exclusivo.
Había estudiado teoría, solfeo, piano, guitarra y canto en el Conservatorio Municipal de La Habana, hoy Amadeo Roldán. Con ese caudal añadido a sus cualidades naturales, la radio le sirvió para ampliar su excelencia y posicionarse como adelantada en un medio dominado entonces por voces masculinas.
Con toda exquisitez venció barreras de género y raza, poseedora de una dignidad que testimonió mediante su presencia escénica y una preparación musical de esmero.
En su quehacer artístico Cuba entera tuvo la oportunidad de disfrutar de su presencia y voz en la programación radial, de la que continúa siendo intérprete distintiva de géneros populares.
Sobria, elegante y sencilla aparecía en espacios de la Televisión como “Ritmos de Cuba”, devenido más tarde en “San Nicolás del Peladero”. Allí Paulina imprimía un inigualable tono de época, para sazonar el ambiente criollo.
Cienfuegos, la ciudad que la vio nacer hace 113 años, fue además el lugar donde nació su vocación. En la Perla del Sur germinó la semilla que fructificó exitosa a través de nuestra Radio Cubana.
Paulina Álvarez, “La Emperatriz del Danzonete”, sigue siendo una de sus voces patrimoniales. Hoy es recordada con la admiración que merece y perdura.