Ernesto Valdés Barceló ¡Maestro de Juventudes!

Un reclamo de muchos rompió uno de los pocos silencios de la última asamblea provincial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), aquí: «¿Hasta cuándo no contaremos con un Maestro de Juventudes?», preguntó una asociada, y detrás muchas otras voces apoyaron la interrogante. Pasados unos meses, la buena nueva saldó una deuda —para muchos—, una injusticia —para otros— y consecuencia del fatalismo geográfico —para los más pesimistas—. Sancti Spíritus ya tiene su primer Maestro de Juventudes, la máxima distinción que otorga la organización que aúna a la más joven vanguardia artística. «Me tomó por sorpresa y no solo porque partió de la AHS, a la que respeto muchísimo porque cuenta con jóvenes valiosísimos —refiere aún con el asombro en el rostro, Ernesto Valdés Barceló, locutor desde hace seis décadas en Radio Sancti Spíritus. Lo digo porque tengo conocimiento de que lo han recibido personas de mucho prestigio en nuestro país y yo solo he dedicado mi vida a la profesión y sí he formado a muchas generaciones». Habla y resulta inevitable no sentir que el tiempo no ha mellado el amor, la entrega y la responsabilidad en su encuentro con el micrófono. Siempre es una sorpresa entre quienes lo descubren de frente. Ya suman 79 abriles, y en su voz apenas hay un asomo de las huellas de los años. «La locución es una profesión que hay que querer como una familia. No es querer ser popular o ganar dinero, sino que precisa ser parte intrínseca tuya». Lo descubrió desde el primer día que puso un pie, en octubre de 1962, en el equipo de ondas cortas que se encontraba en el mismo local de Radio Nacional, luego Radio Sancti Spíritus. Bastaron dos años entre aquellos aparatos, capaces de trasladar hasta diferentes puntos de la ciudad del Yayabo la señal, para …

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Sesenta y cinco años de una gesta gloriosa

El levantamiento popular armado del 5 de septiembre de 1957 no fue un suceso fortuito, la idea databa de muy atrás. «Ya desde el año 1956 un grupo de marinos, soldados y cabos de la Base de Cienfuegos había entrado en contacto con el Movimiento 26 de Julio. Y el 30 de noviembre, cuando se aproximaba el desembarco del yate Granma y cuando tuvo lugar el alzamiento de Santiago, existía desde entonces la idea de producir el alzamiento de Cienfuegos. Pero no fue posible en esa ocasión», dijo el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en su discurso por el vigésimo aniversario de ese hecho. «Más adelante, cuando nosotros estábamos en la Sierra Maestra, persistió la idea de producir un levantamiento en Cienfuegos con el apoyo del grupo de marinos revolucionarios, para organizar después un frente en las montañas del Escambray. Es decir, tomar las armas de Cayo Loco y avanzar hacia el Escambray para constituir un segundo frente guerrillero», continuó Fidel. Esa acción se había dilatado, pero el pueblo de la Perla del Sur no se conformó ante los desmanes del tirano Fulgencio Batista y concretó la sublevación que tanto había ansiado, el 5 de septiembre de 1957. Se pensó como un levantamiento conjunto que incluiría ataques a puntos militares ubicados en otras ciudades, pero las acciones no ocurrieron según esos planes y solo el pueblo y los marines cienfuegueros salieron a las calles. La voluntad, los hechos Julio Camacho Aguilera dirigió el ataque por parte del M-26-7, mientras los oficiales de la Marina de Guerra eligieron como su líder al alférez de fragata Dionisio San Román. La toma del Distrito Naval del Sur de la Marina de Guerra, conocido como Cayo Loco, ocurrió con rapidez. A partir de ahí se desplegaron hacia otros importantes puntos de la ciudad, …

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