Vírgen Ojeda Benitez: Desde la inmensidad de la locución

La primera vez que escuché a Virgen Ojeda Benítez fue en el programa nocturno Estaciones, transmitido por Radio Rebelde; intuí a una persona de grandes proporciones físicas por el color y fortaleza tímbrica de la voz. Cuál fue entonces mi sorpresa cuando tiempo después la conocí y vi ante  mí a una mujer delgada, de pequeña estatura, aunque colmada de entereza y entrega total su desempeño como locutora. Creo que a partir de ese momento la admiré mucho más, pues constaté en Virgencita, como solemos llamarle sus compañeros y amigos, no solo a una tremenda voz, descubrí a una mujer digna, a una madre ejemplar, a una esposa incondicional y, por encima de todo, a la locutora capaz de dar a nuestros espacios radiales un toque de distinción y ternura con su sobresaliente profesionalidad. Por estas y otras razones, al conocer de su designación como acreedora de la Medalla Raúl Gómez García, el más alto reconocimiento que otorga el Sindicato de la Cultura a trabajadores del ramo con una destacada labor, corrí a su encuentro para descubrirla desde la inmensidad de la locución. Supe que Virgen Ojeda Benítez es natural de las Tunas, donde se desempeñaba como instructora de arte en la especialidad de teatro en la Casa de la Cultura Tomasa Varona en el momento de envolverse en el mundo de los micrófonos y las consolas de grabación. Según comentó a En Vivo: “Allí los instructores de las diferentes especialidades hacíamos actividades, el de artes plásticas decoraba el escenario, el de música cantaba o acompañaba a los intérpretes y yo, en mi condición de instructora de teatro, animaba los espectáculos. Fue en esas reiteradas actividades que las personas comenzaron a escucharme, a fijarse en mi voz y en otros elementos distintivos asociados a las cualidades vocales, hasta que a alguien …

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La flor sonora de la capital

Una ciudad coqueta, y a ratos altanera, decidió un día poblar con plantas radiales su geografía, para amplificar los misterios de su sonoridad musical. En ese vaivén fundacional, dos emisoras identificadas con las enigmáticas siglas CMCH y CMCX, se hibridaron, con el propósito de armar una gran cadena que les permitiese captar mayores audiencias. Los anales apuntan el 11 de noviembre de 1940 como fecha del alumbramiento y para el bautismo se escogió un nombre que expresara todos los sueños en tres palabras: Radio Cadena Habana. . Cuatro años más tarde, la emisora era propiedad de un comerciante español, que transformó su programación y privilegió la música española. En ese entonces, también permutó de sobrenombre por el de ʺonda musical españolaʺ. Al rebasar el ecuador de la centuria, la emisora encontró otros derroteros y después de ciertos reacomodos transformó su perfil, para transitar por los predios de la música popular cubana. En ese entonces se comenzó a hablar de “la emisora musical de Cuba”. Haciendo justicia a su sobrenombre, la empresa radial acunó a estrellas nacientes, como el caso de Omara Portuondo y consolidó a figuras y agrupaciones consolidadas de la escena musical cubana. La flor sonora de la capital cubana no se mantuvo al margen de los latidos patrióticos del corazón insular; fueron los momentos de servir de tribuna proselitista al joven Fidel Castro, el último día de septiembre de 1947; vivir el instante álgido de estampar en acetato el himno glorioso del 26 de Julio o entrevistar al líder de los moncadistas a orillas del mar, tras su excarcelación en 1955. La emisora musical de Cuba, casi dos décadas después del triunfo revolucionario, cuando se adoptó en el país de una nueva configuración político-administrativa, se convirtió en planta matriz de la cadena provincial de la radio, en la …

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Resuenan jubilosas las voces de la cajita

«¡Esa cajita es del diablo!», gritó mi tatarabuela Hortensia al escuchar por vez primera las voces que salían de la radio telefunken, mientras sus nietos disimulaban la risa. Muy pronto se arrepintió la anciana de aquellas palabras porque la “cajita” se convirtió en su compañera. Cada familia tiene su propia historia, pero lo cierto es que el 22 de agosto de 1922, el espacio cubano fue surcado por ondas radiofónicas generadas desde su territorio. ¡Nacía la radio en Cuba! Con las vibrantes notas de nuestro Himno Nacional, interpretado por la orquesta del maestro Luís Casas Romero, se inauguró la primera emisora que transmitió en la Isla. Fue la 2LC propiedad de este músico cubano, capitán del Ejército Libertador. El primer suceso radiofónico de vanguardia fue la CMX, por los 1010 Khz, en la década del 40. Emergió como «La Voz radial de los revolucionarios cubanos». Aquellos valientes fueron los primeros que se arriesgaron para denunciar los desmanes del gobierno de turno. Sin pagar una sola actuación ante el micrófono, contó con la flor y nata de la actuación y de la música cubana. Sin duda, en la mágica cajita embotellaron ángeles, pues la voz de Bellita Borges identificaba a la planta. Fungía como director general y artístico, Ibrahím Urbino. Contaron con guionistas de la talla de Marcos Behmaras y Félix Pita Rodríguez; actores y actrices como Raquel Revuelta, Paco Alfonso, Amador Domínguez, y músicos estelares como: Adolfo Guzmán, Bebo Valdés y Facundo Rivero. Entre los cantantes: Elena Burke, Olga Guillot, César Portillo de la Luz, y toda la hornada del filin cubano de la época. Solo duró cinco años la 1010, las voces de la verdad y la justicia fueron silenciadas hasta el 24 de febrero de 1958, cuando salió al aire desde la Sierra Maestra, Radio Rebelde, fundada por Ernesto Che Guevara, con la voz jubilosa de …

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Más que musas ¡radialistas federadas!

Las mujeres cubanas no son musas expectantes que inspiran los acontecimientos de la nación, nosotras somos parte muy destacada en todo. Por ejemplo, las radialistas celebramos el centenario de la Radio Cubana este 22 de agosto y seguimos de fiesta hoy 23, porque se cumplen 62 años de la fundación de la Federación de Mujeres Cubanas, nuestra organización. El primer homenaje es para la locutora guerrillera Violeta Casal, la voz femenina de Radio Rebelde en la Sierra Maestra, fundadora y activista destacada de la FMC. Su legado vive a través de mujeres consagradas, como esas colegas que hemos felicitado por estos días en sus redes sociales, porque recibieron distinciones como el Sello Conmemorativo 2022 y el Micrófono de la Radio Cubana, entre ellas Mileidys Martínez, de la Dirección General de nuestro medio; Ileana González, de Radio Reloj; Laslinda Mondeja, de la Dirección General de la Radio Cubana. Nuestra Radio Cadena Habana también se precia de tener excelentes radialistas federadas; la locutora Virgen Ojeda, esa voz profunda que nos identifica, merecedora del Micrófono de la Radio Cubana y Artista de Mérito de este medio, entre muchos otros reconocimientos. Dennys Medina y Mercedes Fernández, directivas de la Emisora y secretarias generales de las delegaciones de base de la FMC en sus barrios, también acreedoras de importantes distinciones. Las mujeres de la radio hemos afrontado peligros como huracanes, pandemia y el más reciente, el incendio de los supertanqueros de Matanzas donde reencarnaron heroínas en nuestras hermanas de Radio 26. Federadas radialistas de varias generaciones dan buena pelea en la línea de fuego de las redes sociales. A quienes estas nuevas tecnologías nos llegaron maduritas, aprendemos de la mano de las jovencitas y conquistamos los “me gusta” de no pocos seguidores en Twitter, Facebook, Ivoox, Instagram y YouTube. En este cumpleaños, ¡el 100!, merecen felicitaciones, de igual …

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