He llegado a la conclusión que existen varios tipos de democracia. Por ejemplo, la que funciona en las monarquías (¡todavía a estas alturas!); la simulada en un gran número de países; la que utiliza Israel; la de muchas instituciones internacionales; e incluso, el propio Consejo de Seguridad de la ONU. Pero no debe faltar el ejemplo de la democracia de los Estados Unidos, por ser actualmente “la más avanzada”, tanto que es considerada, por ellos mismos, como “la más auténtica”, porque “responde a los grandes intereses del pueblo”, al que se le respeta por sobre cualquier consideración u opiniones de los comunistas, que andan por el mundo intentando demostrar que son los malos.
Pero, con independencia de definiciones intentemos demostrar que la llamada democracia, no es, ni mucho menos, asunto de conceptos, sino de hechos concretos, como decía nuestro Fidel en la ONU refiriéndose a los graves problemas de la humanidad: “BASTA DE PALABRAS, HACEN FALTA HECHOS. Es asombroso cómo muchos entienden que contar con dos o más partidos, uno llamado oficialista y otros de oposición, ya es suficiente para que sea un gobierno democrático; claro si no fuera tan serio el tema, diría que más bien es una burla a los pueblos.
La sangrienta dictadura de Fulgencio Batista que sumió a Cuba en el caos y miles de muertes, ¿era una democracia?, la de Francois Duvelier ¿era democracia?, ¿Y la de Pichochet?, ¿Y la de Trujillo? ¿Es democrático el régimen de Israel?, ¿Y el de Somoza en Nicaragua? ¿Y tantos y tantos gobiernos que hicieron sufrir a sus pueblos con el beneplácito y apoyo directo de Estados Unidos? En fin…¿Disfruta de democracia el Consejo de Seguridad de la ONU, en el que un solo país tiene el derecho de derogar una Resolución porque no resulta de su interés particular, pero sí para toda la humanidad?
Cuando se trata este tema hay que afirmar algunas verdades que nadie se atrevería a negar: Nunca jamás cualquiera de las dictaduras que han asolado al mundo, ha tenido la repulsa de EE.UU., pero sí su anuencia y apoyo incondicional; en todos los casos les ha entregado armas para que maten a los que luchan por la dignidad de sus pueblos; siempre, los que atentan contra la democracia son los países sub desarrollados, nunca los ricos de este mundo; los que aparecen en listas que emite el Dpto.de Estado de USA por no cooperar en la lucha contra el terrorismo no son democráticos, pero ellos sí lo son, aunque tengan a esta humanidad al borde del abismo.
Vea usted una muestra inequívoca de burla a la democracia: los procesos de elecciones en el país del Norte revuelto y brutal, con un sistema electoral único en el mundo, donde se puede ser presidente, incluso, con antecedentes penales, siempre que pertenezca a la clase rica. Es que ellos no reparan en esos detalles.
E fin…los tradicionales de EE.UU., demócratas y republicanos. El Primero nada tiene que ver con la democracia, excepto su nombre; y el segundo es una copia de aquel, pero en definitiva son dos hojas del mismo libro de tormentos, con el mismo título y el mismo objetivo múltiple, es decir, dominar, intervenir, sojuzgar, robar, y aplastar toda muestra de rebeldía. ¿El título del libro? EL ARTE DE LA INFAMIA. LA HIPOCRECÍA COMO ARMA DE COMBATE.
“…los políticos de oficio, prestos a echar los sucesos por donde más le aprovechen, no buscan para candidato a la presidencia a aquel hombre ilustre cuya virtud sea de premiar, o de cuyos talentos pueda hacer el bien al país, sino el que por su maña o fortuna o condiciones especiales pueda, aunque esté maculado, asegurar más votos al partido, y más influjo en la administración a la que contribuyen a nombrarlo y sacarle victorioso.” José Martí