Dramatizados en la Radio: un reto permanente
Es alentador constatar que la programación dramatizada de perfil histórico en la Radio Cubana ha experimentado, en los últimos quince años (para centrarnos en un tiempo determinado), una revitalización y despegue hacia la búsqueda de una calidad sostenida como amerita entregar a nuestros oyentes, cada vez más exigentes e instruidos, en tema tan cercano y protagónico en sus propias vidas.


Para definir a este periodista, hombre de la radio y la televisión, comentarista deportivo, apasionado de las ciencias… ¡apelo a sus apellidos! Profundo y acucioso como un “taladro” de alta velocidad; forjador de sus propias conclusiones como laborioso “herrero”. Así es este cubano de quien todos se sienten amigos por lograr esa complicidad ante los medios cada vez que aborda algún tema, se esté o no de acuerdo con lo que diga. Afortunado y carismático como todo perteneciente al signo de Leo, lo cierto es que cuando nos encontramos para trabajar juntos en Cienfuegos surgió espontáneamente una amistad. Tal vez el hecho de que ambos seamos hijos unigénitos nos acercara más; reconozco andar siempre a la búsqueda de hermanos que, si no de sangre, lo sean de ideas y solidaridad. Acerté cuando descubrí en Taladrid uno de ellos.
Cuando el 22 de agosto de 1922 se produjo el
De lunes a viernes a las seis y media de la tarde, el centro-sur de Cuba le suma mucha más alegría y optimismo a su espacio radiofónico, sale al aire “Cita con la Juventud”. Es un programa que deviene símbolo y tradición para Radio Ciudad del Mar, y desde hace más de una década experimenta una renovación continua.