José Miguel Vázquez: De los buenos profesionales del habla
Tantos años de quehacer radiofónico entre muchas satisfacciones nos da la oportunidad de conocer a tantas personas valiosas que han consagrado con amor su vida a este medio tan maravilloso, que desde la edad más temprana nos atrapó, cuando lo veíamos con gran curiosidad, ocupar un lugar destacado en la sala de nuestras viviendas, para inmediatamente formar parte inseparable también de nuestras vidas.
Personas maravillosas, que no obstante por su modestia y sencillez en extremo, se hace difícil que nos hablen de sí mismas. A este grupo pertenece un compañero, José Miguel Vázquez Rodríguez, locutor de los buenos profesionales del habla, que conocí en 1979, cuando ambos, él matancero y yo, camagüeyana fuimos invitados a participar entre el selecto grupo de locutores, que encabezados por los animadores irrepetibles Germán Pinelli, Consuelo Vidal y José Antonio Cepero Brito, tendrían a su cargo la animación del Segundo Concurso Nacional de Música Cubana Adolfo Guzmán, en el magno Teatro Carlos Marx.


Omar Amador es (¿actor, mimo, profesor, y otras buenas influencias del sector artístico?), sin dudas, de esos seres plásticos y serios que andan por este mundo en un balance de sonrisas y honduras bastante aceptables. Solemos conversar de manera fluida en los recesos de las clases que ambos impartimos en la Escuela de Instructores de Arte “Eduardo García Delgado”, en Ciudad de La Habana. El imparte Expresión Corporal y en mi caso Dramaturgia, ambos a los alumnos de la especialidad de Teatro.
Hoy, cuando la audiencia se fragmenta cada vez más, atendiendo a gustos personales, hábitos de vida, sectores etarios, nivel cultural, economía personal, entre otras causas, sumado a las nuevas tecnologías diseñadas para el entretenimiento e información individual, que cada día están más al alcance de un número creciente de usuarios, sobre todo en los adolescentes y jóvenes, se torna una tarea compleja mantener las audiencias logradas por nuestras emisoras y más difícil aún incrementarlas.
Siempre manifiesta con orgullo que llega al mundo en un lugar privilegiado. El mismo que ve nacer, jugar y corretear por sus calles…y que supo de las primeras manifestaciones artísticas, de varias figuras de lo más genuino de la cultura nacional. Sí, la Villa habanera de Guanabacoa, la tierra de Ernesto Lecuona, Rita Montaner, Bola de Nieve… también recibió a alguien, que desde pequeña sintió el llamado al mundo del arte: Tania Pérez James.