Forma y contenido del producto radial
Supongamos que se nos hace un regalo. Una caja elegantemente adornada con papel brillante y cintas de colores. Es de pensar que la emoción nos asalte. ¿Qué habrá dentro? Con el entusiasmo propio que inspira la curiosidad nos disponemos a abrir aquella caja, no sin antes cuidar que las cintas y el papel no se deterioren, porque todo lo consideramos como parte del presente.