El derecho a la vida de los cubanos
Es 10 de diciembre, hace 65 años, la entonces joven Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante su Resolución 217 A (III), adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, texto verdaderamente esperanzador, justo cuando en el momento de aprobarse la mitad de los actuales Estados miembros de las Naciones Unidas estaban sometidos al dominio colonial o eran simplemente neocolonias.


Desde hace muchos años, los representantes de países subdesarrollados, así como los medios de comunicación más serios, vienen reclamando que se instaure en la Organización de las Naciones Unidas un sistema verdaderamente democrático, lo que equivale a afirmar que resulte diametralmente opuesto al que hoy existe.
Ocho meses después de que se aprobara en Cuba la nueva Ley Migratoria, que eliminó el trámite del permiso de salida para viajar fuera del país, se han producido cerca de 180.000 viajes al exterior, en un clima de normalidad absoluta (1). La desbandada que pronosticaron algunos está bien lejos de haberse producido (2).
Hoy reafirmo lo que he dicho en otra ocasión: no es imprescindible ser un experto analista para comprender la real situación política y social de nuestro mundo; basta asomarse a las informaciones de poderosos medios subordinados al imperio o no, ser honrados, buscar la verdad, y hasta aprender a leer y escuchar entre líneas.
Ya nadie, en su sano juicio, se atreve a poner en duda la larga lista de agresiones de todo tipo que los sucesivos gobiernos de Estados Unidos han ejecutado contra Cuba.