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Nos daremos cuenta que siempre encontraremos el mismo resultado: una humanidad lacerada hasta el infinito por la injusticia, la codicia del mundo rico, las grandes contradicciones, y una espantosa situación de los desposeídos y marginados de siempre, los que deben sufrir para beneficio exclusivo del gran poder imperial.
Es incuestionable la urgencia de luchar y denunciar para revertir tanta maldad, porque no es posible aceptar la idea de que “todo está escrito” y que “a mi no me gusta la política¨. Nuestro amigo Frei Betto ha dicho “¿que a usted no le gusta la política? No sea ingenuo. Quien se aparta de la política será gobernado por aquellos a quienes sí les gusta. Precisamente, lo que los políticos corruptos desean es que la omisión de usted asegure la perpetuación de ellos en el poder”.
Sería perverso y aberrante acostumbrarnos a que la maldad humana continúe aplastando los más caros derechos de la humanidad. ¿Cómo sería posible si conocemos que, precisamente, la vida es el derecho más negado por los poderosos? No lo dice este modesto comentarista, lo dice la historia. ¿Ejemplos?. Las bombas de Hiroshima y Nagasaki que causaron la muerte de casi 200 mil personas en solo unas 72 horas. Harry Truman, el presidente “democrático y respetuoso de los derechos humanos”, que dio la orden de lanzar las bombas dijo: “si no aceptan nuestros términos pueden esperar una lluvia de ruina desde el aire, algo nunca visto hasta ahora sobre la tierra”. Algo más. Reunió a sus más cercanos y exclamó “ha sido todo un éxito” Pienso que habrá dormido placenteramente en su alcoba durante esos días de horror. ¡Cuanta razón la de García Márquez! cuando afirmó: “Los pocos seres humanos que sobrevivan al primer espanto (…) sólo habrán salvado la vida para morir después por el horror de sus recuerdos”
Vale la pena añadir solo unos pálidos ejemplos que corroboran la gran verdad dicha por Betto, los que lograrán aumentar si no luchamos y denunciamos a los políticos corruptos e imperiales. Veamos: un humano de cada 6 vive en ambiente precario; el 20% de la población del mundo consume el 80% de sus recursos; se ha reconocido que 600 millones de niños viven en la pobreza; según UNICEF, la prostitución y pornografía infantiles, los niños de la calle y el tráfico de órganos extraídos de muchachos menores edad, engañados o secuestrados y luego asesinados, se mantiene en ascenso; el 8% de los ricos ganan la mitad de todos los ingresos mundiales; para el 2009 el gasto militar de Estados Unidos se elevó a la astronómica cifra de 657 billones de dólares; en New York todos los días más de 50 mil personas pernoctan en las calles o albergues, mientras que la ciudad ha experimentado un auge en la construcción de edificios de lujo; en la propia nación del norte se gasta en cosméticos 8 mil millones de dólares, y también es el país que posee la más asombrosa y sofisticada maquinaria para matar.
Frei Betto vuelve con otra gran verdad: “el capitalismo ha infundido la noción perversa de que la acumulación de riqueza es un derecho, y que el consumo superfluo es una necesidad”. Por su parte, Ignacio Ramonet nos dice, refiriéndose a instituciones internacionales de dominación económica, que “las herramientas de control de la llamada Troika reducen la democracia a un teatro de sombras y apariencias”, a lo que, con permiso de Ramonet, yo le agregaría ESPANTOS, EGOÍSMOS Y CONTRADICCIONES.