De los crímenes de la dictadura. El asesinato de las hermanas Giral
La delación por parte de algunos – con implicaciones revolucionarias o no – causaron sensibles daños en las filas del movimiento clandestino en La Habana. Así sucedió, y solo como un ejemplo, con los mártires del Directorio Revolucionario, en el edificio de Humboldt 7, donde fueron asesinados Fructuoso Rodríguez, Juan Pedro Carbó Serviá, José Machado y Joe Westbroock, el 20 de marzo de 1957.


Las acciones llevadas a cabo el 26 julio de 1953 por los jóvenes de la Generación del Centenario, encabezados por Fidel Castro, y posteriormente el encarcelamiento de parte de los sobrevivientes, así como la salida de ellos del presidio de Isla de Pinos, coronaron la constitución del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, el 12 de junio de 1955.
Durante muchos años, algunos compañeros que entonces laborábamos en la Cadena Oriental de Radio – trasladada desde   Santiago de Cuba a La Habana, el 3 de agosto de 1953 – pensábamos de manera similar en cuanto a la visita que el compañero Fidel realizó a dicha emisora el 20 de mayo de 1955.
Al comenzar la primera semana del mes de mayo de 1955, insistentes rumores llegaban a las redacciones periodísticas de las emisoras de radio, televisión y prensa escrita sobre una posible liberación de los combatientes de las acciones del 26 de julio de 1953, dirigidos por Fidel, en Santiago de Cuba y Bayamo, respectivamente, y que se hallaban en el presidio de Isla de Pinos.
A la Habana – calificada entonces por Fidel como inmensa, desconocida y compleja -, llegó el Comandante Delio Gómez Ochoa, segundo jefe de la Columna 1 José Martí del Ejército Rebelde, con un carnet que lo identificaba como Marcos Martínez Navarro, mecánico de la Empresa de Autobuses Modernos.