Moncada, puerta a la historia
Todos los días paso cerca de sus muros. Tan cerca que puedo tocarlos. El lumínico me devuelve la frase: «Primer cuartel convertido en escuela». Detrás de las aspilleras, ya no hay armas, sino pañoletas. Me encanta esa algazara infantil antes de entrar a las aulas. Para todos, este lugar es ahora sencillamente «el 26».