Fecha de júbilo y compromiso

Para los cubanos, no valen augurios ni pronósticos pesimistas. El desafío ahora es trabajar con mayor consagración y disciplina, y la mira puesta en los objetivos de desarrollo nacional y en el perfeccionamiento de un modelo económico, político y social, que no se reinventa a sí mismo, sino que fortalece principios y define las sendas del porvenir.

La conmemoración del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes es razón suprema para la lucha sin final. Son otros tiempos, y otras las tareas para continuar adelante, pero la confianza en la victoria constituye estandarte simbólico y muestra elocuente de fe inconmovible en la victoria.

El 26 es conjunción de cubanía, lealtad, fidelidad a los principios y en los valores que cimentaron la cualidad suprema de los optimistas: el amor a la Patria y su compromiso con la Revolución.

Con la guía certera del Comandante en Jefe Fidel Castro, Cuba celebra el 26 con la misma pasión y alegría de quienes nunca saborean la derrota. El Apóstol José Martí lo dijo y hoy lo reafirmaremos con mayor fuerza: «De hombres de sacrificio necesita la libertad: no de hombres que deshonren o mermen o abandonen a los que están prontos al sacrificio, al sacrificio racional y útil, al sacrificio de los de hoy, para la ventura de los de mañana».    

 

 

        

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