Fabio Bosch: La radio es también mi familia

En enero de este 2019, Doris celebró su cumpleaños y me reveló que el pasado octubre había festejado sus primeros 50 años en la radio, motivo para otra plática que oportunamente fue publicada en esta página.

Resulta que este 26 de enero mi amigo Fabio ha “picado el cake” de sus 67 años de edad con una vida activa y plena en gratos recuerdos al evocar cómo, sin darse cuenta, un día lejano despertó en él su amor por la Radio, medio con el cual su papá sostuvo dignamente el hogar donde nació y creció. «Yo no imaginaba que mis días de infancia correteando por los pasillos de la CMHK de Cruces, La Casa Virgilio, donde mi padre era locutor-operador, a la usanza de la época, habían influenciado en mí”.

Al conversar con alguien que como Fabio acumula tanta consagración exitosa en la Radio, nos enteramos siempre de algo nuevo que sirve como punto de referencia para el quehacer actual sin que deje de ser historia; máxime cuando la jubilación no ha sido para este hombre de sobrado talento, razón de abandonar la profesión y sí mantenerla con el mismo ímpetu y amor de los primeros tiempos. Por conocernos desde hace más de tres décadas, atribuyo convencido su vitalidad profesional a ese nivel de organización del tiempo de trabajo – que cumple y respeta con rigor – al cual suma su creatividad y talento.

Si para los nombres propios existieran sinónimos, el de Fabio Bosch pudiera ser “Triángulo de la Confianza”, programa emblemático de Radio Ciudad del Mar ideado por él donde continúa después de haberse jubilado.Eso se ha convertido, prácticamente, en una forma tan familiar que haber renunciado a eso después de la jubilación sería como renunciar a ser padre, abuelo o atender a la familia. Se ha hecho tan parte de mí, que no puedo deshacerme de eso”.

Indiscretos, curiosos o quién sabe con qué intención, – afortunadamente pocos – se le han acercado para preguntarle por qué tiempo seguirá en el Triángulo; su respuesta oportuna y equilibrada no se hace esperar… Algunas personas me preguntan “hasta cuándo”, y yo digo hasta que las neuronas, la voz, la poca inteligencia que podamos tener nos deje. No hay una fecha prevista, si me digo <<no lo hago más>>, llego a un punto que sería como abandonar a un familiar”.

La historia radial de Fabio comenzó en la CMHW, colectivo del que atesora recuerdos imborrables. Eso significa que antes del Triángulo de la Confianza, junto a ese espacio y posterior al mismo hubo y hay programas que también ama y mima como hijos o nietos suyos… De la CMHW, aquellos primeros programas que hice como Olimpiada de Éxitos, Grupos Vocales Favoritos, fueron el choque primario con la Radio, un impacto que no olvido, como Música y Juventud, cuando incluso vine a Cienfuegos, hice entrevistas donde está la Emisora hoy día, que era entonces la Escuela de Enfermeras… son recuerdos y cariños inolvidables, hasta el programa Hablemos, un programa muy importante, era un programa inteligente; en medio de aquellos programas de tantos saludos y favoritos, Hablemos era un programa de mucho trabajo y de mucho compartir, pues las preguntas que se hacían eran bien profundas y todo eso me marcó”.

Y ¿de los programas aquí en Cienfuegos?

La Radio en Cienfuegos representa mucho para mí, por supuesto. Volumen Uno, que fue romper con un esquema que había con que los programas de Rock no se podían hacer, en la W no lo pude hacer y sin embargo; después allá lo hicieron en otra época y con otra visión, pero hacerlo aquí tan tempranamente, otro programa Panorama de Éxitos con sus Clubes, fueron programas que realmente me marcaron mucho. Hacer la revista informativa Cienfuegos a esta hora que tú también dirigiste, fue una gran experiencia. Y estos dos amigos inseparables de los últimos tiempos: La hora de Luis y El Triángulo de la Confianza, que aún sigo conduciendo”.

Fabio, en cuanto a los contenidos en la Radio actual, tanto locales como de toda nuestra Radio en sentido general y su misión, si no necesariamente educativa y pedagógica, debe tener un cometido como difusora de cultura y conocimientos. ¿Qué opinas al respecto, de qué modo ves ese perfil, hoy, a propósito de que mencionaste un programa de la estatura de Hablemos?

Nos hemos acomodado un poco, pienso, al criterio de que hay mucha información, de que antes la Radio daba la información que la gente no podía encontrar o para hacerlo tenía que sentarse a leer un libro o buscar una revista especializada como “Correo de la Unesco”; entonces hoy en día bajo el prisma de que cualquiera puede mediante la red de redes, una Encarta, una Wikipedia asumir un grupo de contenidos, le hemos quitado un poco esa magia de enseñar, de educar, a la Radio, y es lamentable porque siempre es importante que alguien pueda estar recibiendo una dosis necesaria del conocimiento humano, del saber. Creo que es algo que tenemos que luchar por que no se pierda y, lamentablemente, te repito, nos estamos acomodando mucho al hecho de la existencia de la red de redes y todas estas cosas sin saber que siempre va a haber alguien en una casa, en un lugar o majeando un vehículo que a través de la Radio pueda aprender algo”.

Viniste para Cienfuegos en 1984 como Jefe de Programación de Radio Ciudad del Mar. Me consta que aquella fue una de las edades de oro de la Radio acá. Sería interesante que revelaras cómo te las ingeniaste para unificar tantos caracteres diferentes de personas al mismo tiempo de valía y talento. ¿Cómo pudiste lograr un espectro de programación con tanto sentido de pertenencia en aquella época y circunstancias?

Fue una labor difícil, pero no imposible. En aquella época, cada vez que iba a hablar con un creador, alguien me decía <<ese va a ser muy complejo que te diga que sí>>. Cuando llego a la emisora me encuentro con tres mujeres dirigiendo programas: Marisela del Río, Aleida Capdevila y Gilda Gómez, y había dos redactoras, que eran Odalis López y Graciela Morgado. En tales condiciones, una programación que pretendía ir hacia las veinticuatro horas, no se podía hacer con solo tres directoras. Carlos de la Paz asumía algunas cosas, pero había un talento allí que estaba preparado, sabía dirigir pero estaba un poco soslayado. Y de esas personas, aunque otros me auguraban que dirían no, siempre me decían sí. Un día me preguntaron lo mismo, cómo pude aglutinarlos, y mi respuesta fue y es: <<a la persona que le han dado muchos golpes, cuando usted le pasa la mano y lo aprecia en su justo lugar con el talento que tiene tratándolo con el respeto con que se debe tratar a un creador, siempre va a responder positivo>>. Eso fue lo que me pasó con un Felipe Lanier que estaba muy reticente, con un Sergio Farray, con aquellas personas de las que me decían<<no>>, y ellos se unieron a los directores y formamos un conjunto, una familia radial”.

Coméntame de aquel curso de Directores de Programas Musicales de Radio que impartiste entre 1984 y la primera mitad de 1985.

Aquello fue maravilloso, tú estuviste entre ellos y de allí salió un equipo de gente talentosa. Llegan también a mi mente Nelson Beltrán Sendra; Juan Clavero que está aquí en la Radio con nosotros; Rafael Martínez Casanova, “Cuco”; Odalis López, Lourdes Sabina; Marlene; Alberto Orta, tú mismo como ya dije y otros nombres que a veces se nos olvidan, pero fueron gente muy dada a la Radio, fue un equipo formidable y que ahí está su obra”.

Esta plática con Fabio tuvo como entorno los Jardines de la UNEAC de la Perla del Sur. En ese acogedor espacio me contó lo que ahora comparto con los lectores del Portal Web de la Radio Cubana.Varios encuentros quedan pendientes para seguir conociendo de su infinito amor por un medio que concibe parte de su familia y de la vida misma.

Feliz Cumpleaños al artista, profesional y amigo quien junto a su compañera la radialista Ibis Machado es padre y abuelo, y que suma a su descendencia la paternidad de programas insignia para Cienfuegos y la Radio Cubana como La hora de Luis y el Triángulo de la Confianza.

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