Vuelven las cínicas listas

Pero lo más indigno de todo no es su abyecta personalidad; lo es -eso sí- las acciones que ejecuta en contra de la humanidad el país de las armas y bases militares. Decir que Cuba, precisamente uno de los países más golpeados por Estados Unidos para infundirle terror,  no coopera contra el terrorismo internacional, es el colmo del cinismo. Figúrese, el emperador Nerón pidiendo que no haya maldad en este mundo y que se acabe la violencia, o más acá en la historia, a Al Capone rogando por lo mismo.

Estados Unidos ha utilizado contra mi país todas y cada una de las formas diversas de terrorismo  y, en contraposición, jamás hemos tratado de dañar a la nación del Norte. Sus acciones tienen una exacta correspondencia con la definición de terrorismo: “Forma violenta de hacer política, mediante la cual se persigue la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de terror e inseguridad suceptible de intimidar a los adversarios o la población en general”.

Solo unos pocos ejemplos dan cuenta de la correspondencia exacta que hay en tal formulación y lo ejecutado contra Cuba: ¿No es terrorismo la pretendida invasión de Girón; la explosión del vapor La Coubre y de un avión de Cubana de Aviación en pleno vuelo en Barbados; el asesinato de funcionarios cubanos; los intentos de magnicidio contra el líder de la revolución; o el propio bloqueo criminal que se nos impone contra la voluntad, incluso, del mundo. ¿Si no lo es, qué es entonces?

Pero hay mucho más para combatir la bochornosa listica del Dpto.de Estado. Vea usted por qué calificamos el bloqueo también como genocidio atendiendo a su definición: “Genocidio es lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo humano. Es sometimiento intencional del grupo humano a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física o parcial”. Vea que, a partir de la destrucción de las torres gemelas en el propio territorio estadounidense, mediante un acto atroz de terrorismo, Estados Unidos ha creado una atmósfera de terror y miedo intencional, para “legitimar” bombardeos y acciones violentas de todo tipo contra países fabricados como Estados canallas, el uso de la tortura, y las ejecuciones extra judiciales contra presuntos terroristas. Se trata simplemente de convertir a las víctimas en victimarios.

El profundo y brillante pensamiento de nuestro Fidel respecto al tema vale la pena mencionarlo:

“La lucha internacional del terrorismo no se resuelve eliminando a un terrorista, matando aquí y allá, usando métodos similares y sacrificando vidas inocentes. Se resuelve poniendo fin al terrorismo de Estado y otras formas repulsivas de matar, poniendo fin a los genocidios; siguiendo una política de paz y respeto a normas legales. El mundo no tiene solución si no sigue una línea de paz y cooperación internacional”.

Por lo que afirma Fidel se comprende la imperiosa necesidad de luchar sin descanso para que no haya, por ejemplo, otro Irak, país que, tras la invasión de EE.UU. para “combatir” el terrorismo, quedó masacrado, mutilado, envenenado con uranio para que otras generaciones sufran también lo que fue la invasión y ocupación. Y hasta el caso de Hiroshima y Nagasaki bombardeadas con un saldo conjunto de unos 180 mil muertos instantáneamente, y otros tantos a posteriori víctimas de las radiaciones.

Es la manera que tiene el yanqui insolente y criminal de interpretar la lucha contra el terrorismo. Así que no  importa las listicas, esas las arrojamos en el depósito de la basura,  porque al final Cuba continuará su marcha indetenible hacia la paz y el desarrollo,  contra el virus que nos azota y el otro que tiene el mundo virado al revés. Créalo, porque como afirmó nuestro Martí:

“Antes que cejar en el empeño de hacer libre y próspera a la patria, se unirá el mar del sur al mar del norte, y nacerá una serpiente de un huevo de águila”.

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