Los dueños del aire

Pero una imagen no sale de mi memoria: Cuando el pueblo parecía dormido a causa de la falta de electricidad y ante la impotencia de evitar la crecida del Buey… Yaimé, la vecina del frente, informaba a todos sobre el paso del Huracán Ike, con una Radio de pilas que le había comprado su tío.

Fue entonces cuando nos enteramos que la presa ya no estaba vertiendo, y el ciclón se alejaba de las costas cubanas, a través del programa “De cierta manera” que actualmente transmite Radio Bayamo, en el horario de la madrugada.  Bastó la buena música y la información oportuna para acompañar a los que estábamos cerca de aquel “milagroso aparato electrónico”.

Hoy, tras el paso de Sandy por la zona oriental de Cuba, traigo a nuestros internautas esta historia, porque se reitera cada vez, aunque en lugares y situaciones diferentes; donde la Radio, demuestra sus ventajas frente al resto de los medios de comunicación.

Así lo muestra el relato del radialista santiaguero Reynaldo Cedeño, en su blog La isla y la espina: “…Un tercero habla del árbol arrancado, de las hojas calcinadas, del techo que voló, del que se escondió en el baño, de quien lo ha perdido todo. De los especuladores y el precio de las velas. De las latas que llegaron a la bodega… Este que “hoy escribe, tiene un radiecito de pilas, y le tocó aclarar los rumores que las circunstancias traen inevitablemente”. 

Hay anécdotas para inundar muchas páginas web, donde la Radio ha sido la compañera oportuna, la aliada perfecta.  Mientras otros servicios de comunicación fallan en momentos críticos o de emergencia, ella permanece estable y confiable, actuando de manera instantánea.

Todo ello sin mencionar la ventaja que tiene para acceder a mayor cantidad de personas en un breve espacio de tiempo, la inmediatez de la noticia y con ello,  la facilidad para hacer modificaciones de último minuto.

Es uno de los medios que apela más a la imaginación que cualquier otro: las pausas y el tono del locutor, el silencio, el sonido -incluye música- entre otros recursos, bien aprovechados, pueden funcionar como herramienta para calmar los ánimos en situaciones excepcionales. Todo depende de cuántas herramientas del medio se utilicen en función de serenar, alentar y convocar o los oyentes.

Por estas razones, y por la experiencia vivida en aquel septiembre del año 2008, pienso que la Radio posee cualidades excepcionales para hacer volar un pensamiento a través de una gran extensión del cielo –en cualquier situación- y hacerse dueña del aire, como titulara Raúl Garcés, uno de sus libros.

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