Prefiero mirar el mundo a través de la radio
Creo que nunca me sentí rodeada de tantos libros e historias como aquella tarde cuando visité su casa. Un olor a biblioteca como hace años no respiraba. Títulos que serían inútiles mencionar pues mi vista solo alcanzó a registrar en el cerebro algunos ejemplares que me dejaron levitando. Indescriptible el escenario. Cuánta riqueza acumulada en un rincón de la geografía habanera.
Oírle narrar sobre su vida, tiene la dramaturgia de una novela radial y despierta la expectativa de un policiaco «en el aire». Con más de 60 años de vida y pasados los 40 dedicados a la radiodifusión, Enrique Domínguez Sosa recuerda sus inicios en la radio y su trayectoria por el medio como si fuera siempre el primer día.


La voz de Pedro Claudio Pérez Olivares vibró pujante en el éter hasta el 30 de marzo de 1998, cuando se jubiló en la emisora provincial CMKS, de Guantánamo, a los 62 años de edad, ostentando la presidencia de la cátedra de locución del territorio.
El periodismo es un riesgo. No lo digo yo, que prácticamente acabo de graduarme. Me escudo en voces autorizadas por la experiencia y el desandar una y otra vez los pasillos de la Reina del sonido en Villa Clara. Conversar con Aldo Isidrón del Valle, Rogelio Castillo o Luis Orlando Pantoja, se convierte siempre en una clase o en una lluvia de anécdotas de las cuales los más inteligentes sacarán provecho.
El medio radial cuenta, a saber, con cuatro elementos básicos para construir sus mensajes: voz, música, efectos sonoros y silencio. Ello no es otra cosa que un sistema basado en la estructura y poder comunicativo de los signos inherentes al medio.
En Cuba, por su carácter de país insular, el mar constituye un elemento de gran importancia, además que por la configuración larga y estrecha de nuestro territorio, todas las provincias cubanas poseen costas al igual que gran cantidad de municipios.