“Oportunidades actuales del radiodramatizado cubano”

Del 28 al 31 de marzo próximo, Santiago de Cuba será sede de la XV edición del Concurso “Félix B. Caignet”. Tendrá lugar en el contexto de varios acontecimientos, como el aniversario 510 de la fundación de la otrora Villa de Santiago de Cuba, el 95 del surgimiento de la Emisora CMKC “Radio Revolución” y al 25 aniversario de la desaparición física de Rolando González.

Para dignificar la trascendencia histórica del legado internacional de Félix B. Caignet, el mencionado Concurso reflexionará en su área académica sobre “El actual escenario comunicacional  ¿oportunidad o desafío para el patrimonio dramatizado cubano?«.

El tema resulta sugerente y oportuno. En pleno siglo XXI las producciones dramatizadas en la Radio Cubana se mantienen en pie; la tradición clama por enriquecerse con temas y formas nuevas de creación.

Nuestros creadores de contenidos dramatizados en radio y televisión – más allá del reúso de situaciones de antaño – se constituyen como herederos de la tradición por la calidad creativa que identificó a todos nuestros predecesores.

Si arduo fue el quehacer de quienes junto a Félix B. Caignet sentaron las bases del radiodramatizado como elemento de raigambre popular, los creadores actuales enfrentan la no menos ingente labor de reafirmarlo desde nuevos presupuestos.

Las generaciones se suceden en el tiempo con sus realidades y propósitos particulares. Es imposible desconocer que vivimos una época marcada por las nuevas tecnologías de la información, una contundente renovación del audiovisual a escala mundial – algunos carentes del debido sustento ético -, y la generación de contenidos a partir de la inteligencia artificial.

La realidad ya se puso muy por delante de lo que pudiésemos imaginar ciencia-ficción. Todo lo imaginable y lo que no lo ha sido, invade el umbral de lo posible.

¿Cómo reflejar todo eso en las radionovelas y los radiocuentos de hoy? Hacerlo sin que ello signifique dejarse llevar por el único presupuesto de que sea por la mera búsqueda de lo nuevo.

Queda mucho por hacer en un espacio donde los retos y las oportunidades coexisten, como si entablasen un duelo antagónico. Salvo excepciones y enclaves geoculturales, el radioyente de hoy no es el mismo de hace treinta años o más.

Entre los más jóvenes, los teléfonos inteligentes y las redes sociales llevan el primer puesto en prioridad. ¿Podrán llegar a ellos los radiodramatizados igual que sucedió a tres, cuatro, cinco y más generaciones anteriores que entonces tenían su misma edad?

Sabemos que las nuevas tecnologías son más digeridas mientras más concisas y breves son. A tono con la contemporaneidad, son más efectivas mientras más rápidas sean. Los avatares del tiempo impiden detenernos en contenidos extensos; muchos, aunque valiosos, desprovistos del breve discurso asentado más allá de la ya vieja concepción de “inmediatez”

¿Qué temas abordar, y cómo?

Se impone, además, un realismo que incluye la viabilidad económica para dar luz verde a cualquier proyecto. En  nada significa poner cotos a la creatividad; más bien “ponerle sesos” a fin de discernir lo que resulte viable, sin que hacerlo se someta a limitaciones financieras.

La premisa actual consiste en responder las interrogantes de “qué resulta más efectivo”, “qué nuevos públicos pudieran conquistarse” y “de qué manera se sigue siendo consecuente con una radioaudiencia fiel a la tradición”; esa que mantiene en su sentir la riqueza de ayer, y que puede ser capaz de abrazar las que se generen hoy.

Aplaudo la propuesta teórica a debatir en la  XV edición del Concurso “Félix B. Caignet”. El tema “El actual escenario comunicacional  ¿oportunidad o desafío para el patrimonio dramatizado cubano?«, es una invitación para reflexionar sobre pasado, presente y futuro de nuestra producción dramatizada, un tesoro a exaltar y enriquecer por haber perdurado en el tiempo, y contar con el potencial de renovarse.

Lo que pudiera concebirse como reto o desafío será la oportunidad de proclamar nuevos enfoques creativos. Cuba cuenta también con una prestigiosa escuela de actuación que es motivo de orgullo, y eso es ganancia.

En la era actual, repetir o imitar se aparta de la fidelidad a todo legado; para honrar mejor a Félix B. Caignet urge ser tan creativos, innovadores y audaces como él lo fue en su tiempo.

El dramatizado radial cubano abunda en salud y fortaleza para lograrlo.

Autor

  • (Santiago de Cuba, 1968) Licenciado en Periodismo (1991) y Máster en Comunicación Social por la Universidad de Oriente (2004). Recibió la Distinción por la Cultura Nacional y el Premio Nacional de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro (2021) por la obra de la vida. Alcanzó el premio de los concursos nacionales de poesía Hermanos Loynaz (2011) y Regino Pedroso (2014). Premio Latinoamericano de Crónicas (Portal Nodal Cultura, 2016). Entre sus libros: A capa y espada, la aventura de la pantalla (2011), Poemas del lente (2013), La noche más larga. Memorias del huracán Sandy (2014), Ser periodista, ser Quijote (Ediciones La Luz, 2019) y Las pequeñas palabras (2019). Miembro de la UPEC y de la UNEAC. Actualmente es realizador de la emisora Radio Siboney.

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