Miguel Díaz-Canel, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, afirmó que durante mucho tiempo se recordará la I Sesión Ordinaria de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), porque fueron más visibles los problemas y las posibles soluciones.
Ante la presencia del General de Ejército Raúl Castro Ruz, en sus palabras de clausura de la cita, el mandatario reconoció los profundos debates suscitados en el Parlamento durante estas jornadas en repudio a todas las manifestaciones de indisciplina, corrupción y actividades ilícitas.
Expresó que lo más importante es enfrentarlas, con la articulación de todas las fuerzas revolucionarias, bajo la dirección del Partido, el sistema institucional, las organizaciones de base y la sociedad civil, junto al pueblo.
Solo así podremos combatir adecuadamente la evasión fiscal, el mercado ilegal de divisas, la especulación, la corrupción, la vagancia, la pillería, la burocracia, la mentira, la vulgaridad, la indecencia, en fin, la molestia que ocasionan los comportamientos antisociales, acotó el jefe de Estado.
No podemos permitir que quienes no trabajan y se mueven en un entorno de ilegalidad ganen más y tengan mejores condiciones de vida que quienes aportan a la sociedad, afirmó el mandatario, quien llamó a enfrentar el fenómeno con unidad, coraje, determinación, orden, disciplina y efectividad.
Díaz-Canel aseveró que el Estado y el Gobierno cubanos no pueden vivir de espaldas al incremento de actividades ilícitas que se establecen con una economía paralela, sumergida, que penetra como un cáncer en el tejido social hasta destruirlo.
Las manifestaciones de delito, la indisciplina social y la corrupción atentan contra lo más sagrado del proceso de construcción socialista, en tanto profundizan las indeseables desigualdades sociales y atentan contra la seguridad ciudadana, uno de los pilares del socialismo, dijo el Presidente.
Todos los actores de la economía deben actuar con apego a la ley y a la regulación establecida local o nacionalmente, sin estigmatizaciones ni generalizaciones, todos son necesarios y debemos defender la participación de todos en la economía del país, pero sin olvidar que esa defensa pasa por el respeto al área legal.
Reconoció a los jóvenes diputados que aportaron ideas; en ellos vimos el horizonte, el futuro que nuestros adversarios no alcanzan a ver, sostuvo al recordar el aniversario 70 del asalto al cuartel Moncada, hecho histórico protagonizado por la juventud cubana de la época.
En la sesión parlamentaria se abordó lo relacionado con la generación eléctrica, la disponibilidad de agua, la delincuencia, la creciente inflación, los precios abusivos, sin abandonar asuntos pendientes de carácter estratégico como la Política del Estado para atención a la niñez, la adolescencia y la juventud, y la ley del Código Penal Militar.
Respecto a la producción de alimentos y el enfrentamiento a los altos precios, temas profundamente debatidos durante varias jornadas de trabajo de los parlamentarios, alegó que en su solución se debe involucrar a toda la sociedad.
Al decir del Presidente, la palabra empeñada se cumplió y se ha podido continuar la recuperación paulatina -no sin esfuerzos- del sistema eléctrico, y situarlo en mejores condiciones este verano, estrategia que se ha hecho realidad gracias a los trabajadores del sector.
En cuanto a la industria turística, que sigue impactada tras la pandemia de la COVID-19, comentó que el país no logrará los 3.5 millones de turistas planificados en el año, pero la actividad muestra un ritmo de crecimiento que puede superar los años 2021 y 2022.
Díaz-Canel manifestó que como resultado de las visitas oficiales en los últimos meses, se establecieron las bases, proyectos y programas mutuos de inversión extranjera en sectores como la energía y la agricultura, incluída la cañera, lo que permitirá su materialización en el segundo semestre del año y crear condiciones para la recuperación de la capacidad industrial.
En las visitas al exterior, afirmó, hemos encontrado respeto, reconocimiento, admiración a nuestra historia y nuestro pueblo.
No me imagino a Cuba, indicó, sin la fuerza moral de su Partido y sin la organización, la planificación y la preocupación permanente de un gobierno cuya principal misión consiste en garantizar salud, educación, alimentación y servicios públicos, bajo las terribles condiciones de un bloqueo reforzado y la inclusión del país en una lista que busca monitorear cualquier posibilidad de recuperación económica, cerrando todos los accesos a posibles ingresos y oportunidades de financiamiento.
Hay motivos para celebrar, por encima de las carencias y los desafíos, los 70 años de aquel heroico asalto militar que cambió la historia, aseguró Díaz-Canel ante la presencia de dos de los protagonistas de aquella hazaña, el General de Ejército Raúl Castro y el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés.
Gracias por siempre, los más jóvenes herederos de su legado están en la pelea más importante de esta época, el 26 nos vemos en la heroica Santiago de Cuba, aseguró.