Julián Assange: Un enjambre de injusticias

Como se conoce, el caso del Julián Assange, australiano fundador y editor de WikiLeaks, y activista de Internet,  constituye un claro y evidente ejemplo de arbitrariedades cometidas contra él, porque ese hombre demostró su coraje, en pleno uso de sus atributos de talentoso periodista, poner al descubierto algunos crímenes y fechorías que habitualmente comete EE.UU. como sucedió en los casos del ataque aéreo a Bagdad; Diario de la Guerra de Afganistán, Registro de la Guerra de Irak, etc que en todos los casos constituían delitos consentidos por el Pentágono. El mundo pudo enterarse de tanto cieno y crueldad que se alberga en ese país “tan respetuoso de los derechos humanos”.

En cuanto se conocieron los hechos  comenzó la algarabía, las ofensas a Assange, los insultos a su persona; todo ello porque se vieron sorprendidos ante la verdad aplastante de lo publicado. Imagínese usted: Sarah Palin, ex gobernadora de Alaska, pidió captura del hombre “atrevido” con  la misma urgencia que se persiguió a Al Qaeda y los líderes talibanes;  el repugnante –por no decir otro calificativo- Trump aullaba pidiendo que fuera ejecutado, y hasta el entonces presidente de Ecuador, Lenin Moreno lo calificó de hacker miserable y malcriado. Es decir, los prostituidos de la cueva enardecidos porque este hombre, en el ejercicio de su derecho como periodista, osó atentar contra el imperio intocable. Y eso, por supuesto, no lo perdonan. Claro, desde otro punto de vista se puede inferir, sin necesidad de mostrar documentos incriminatorios, que siempre Estados Unidos está detrás de todo hecho deleznable.

Creo importante destacar que, desde el momento en que se inició el proceso contra Assange, se han producido un sinnúmero de rabiosas acusaciones de todo tipo, tratando de denigrarlo. Una copiosa cantidad de instrumentos legales se han invocado en el intento de acusarlo, y además  un sinnúmero de  gestiones, tanto para intentar salvarlo de la injusticia como todo lo contrario. Este hombre, en cierta ocasión, afirmaba que: “había sido detenido durante 7 años sin cargos, mientras mis hijos crecían y mi nombre vilipendiado. Ni olvido, ni perdono». Sus enemigos, ni remotamente, han tenido en cuenta su valía como merecedor de grandes distinciones, como: galardonado internacionalmente por su lucha a favor de la libertad de expresión; de la libertad de prensa y los derechos humanos.

Por supuesto, el imperio, en su afán porque Assange caiga en su tierra santa, libre de injusticias, defensora de los derechos humanos y, sobre todo, de la libertad de prensa, tanta que quiere hasta matar a alguien que sí la practicó.

Así son las cosas del vecino poderoso. Cuando mantienen una red de espionaje tan enorme que puede llegar hasta cualquier lugar por remoto que sea,  tiene documentos ocultos para que nadie se entere de sus crímenes, practica la injerencia como deporte, entonces es un derecho indiscutible. Pero cuando se filtra aunque sea un único documento que muestra crímenes imperdonables de ellos,  entonces hay que pedir hasta pena de muerte para el atrevido que lo mostró. No os asombréis de nada. Así son…imagínese si alguien descubriera documentos probatorios de órdenes que EE.UU. le ha dado a Israel para que asesine a más palestinos. ¿Qué cree usted?

“Unos están en el mundo para minar; y para edificar están otros”. José Martí

Autor

  • Silvio José Blanco Hernández

    Silvio José Blanco Hernández. Colaborador del Portal de la Radio Cubana. Destacado y multipremiado periodista, escritor, asesor y analista de información. Es autor de libros como "La radio, técnica, arte y magia", y "Los programas informativos de la radio... Y algo más", entre otras obras y materiales investigativos con importantes aportes metodológicos al medio radial.

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