por Considerado el mejor musicalizador del país, operador de efectos, locutor, y actor, escritor director de programas dramatizados multipremiados en Festivales Nacionales de Radio y los Premios Nacionales de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Unido a estos méritos, su mayor virtud, la modestia, que muchas veces lo hace pasar inadvertido para muchos, menos para el pueblo, que lo considera como lo que es: Un Radialista integral. Se llama Iván Pérez Ramírez, y se le puede localizar todos los días a cualquier hora en Radio Progreso, la Onda de la Alegría.
— Nací en el barrio la Lima, término municipal de San Antonio de Cabezas, en la provincia de Matanzas, el 7 de abril de 1944.
Mi madre, Aracelia, ama de casa; y Regino, mi papá, campesino, se dedicaba a la labores del campo, sobre todo a conducir la carreta de bueyes cargada de caña en el tiempo de la zafra. A los 40 días de nacido me trajeron para La Habana a vivir en una casa de vecindad en la Habana Vieja, pero la que recuerdo es la de Teniente Rey número 8.—
Usted es hijo único.
— En ese momento sí. Dos años después nació mi hermano Héctor. Allí crecí. Fui a una primera escuelita en la calle Mercaderes, cuya maestra se llamaba Dorita. Ya sabía leer cuando llegué a ella. Porque era nieto materno de una maestra, Sarah Martínez y también mis tías Lidia, Hilda y Elsa, hermanas de mi mamá, me compraban libros y revistas y aprendí a leer y escribir a muy temprana edad.—
Cuénteme eso de su primera visita a una emisora de radio.
— En l948 fui por primera vez a una emisora de radio: la RHC Cadena Azul, en Prado 53, sentado en el Paseo del Prado, frente a la emisora por los altoparlantes escuché a las ocho de la noche de ese día el capítulo de “Tamakún, el vengador errante” y las 8.25 “Lo que pasa en el mundo”. Le pedí a mis padres que entráramos para presenciar los programas. Pasamos a un estudio con cortinas rojas donde presencié un programa humorístico en el que Luís Echegoyen como Mamacusa y Mario Galí como Tachuela se maquillaban y vestían como los personajes. En otra ocasión por esa época fui a un estudio con muchas lunetas, se radiaba en vivo, “Rincón Criollo” programa muy escuchado por aquellos días, con Sol Pinelli y Emilio Medrano, los protagonistas.—
Y los estudios, como los continuaron. Hábleme de esta importante actividad.
— Asistimos a varias escuelas, pero la que mas recuerdo fue la “Academia Martí”, situada primero en la calle Obrapía y trasladada después para la calle Aguiar. Su directora la Señorita Aida, siempre me tuvo como su alumno predilecto, con la aspiración de que me hiciera maestro.—
Y cuando llega la televisión en 1950 imagino que puede materializar su sueño de ver a sus artistas preferidos que ya conoce por la radio.
— Que va. A papá no le llamaba la atención tener refrigerador ni televisión, a pesar de conseguir trabajo como mecánico en la Otis Elevador Company, y tener un aceptable suelto; pero siempre pensaba en la Lima y en ir a guataquear junto con sus hermanos en la finca donde vivían.
Por eso es que mi hermano Héctor y yo, éramos asiduos oyentes de la radio. Sobre todo de los espacios de aventuras de aquella época: a las doce del mediodía “Los tres Villalobos” por la CMQ; a las l2.25 “Taguary” por CNC y por la noche después de hacer las tareas, “Leonardo Moncada” a las siete, por la CM
Y cuando y como logra vincularse al trabajo radial.
— En 1957 papá compró una casa modesta en el reparto Juanelo y nos mudamos. Desde años atrás existía en la emisora ´”La Voz del Aire” un espacio llamado “Noticias a montón y chismes a granel”. Héctor y yo empezamos a escucharlo y decidimos comenzar a colaborar en él. Para hacerlo, los oyentes que escribían firmaban con un seudónimo. El mío fue “El Joven”; el de Héctor “El Príncipe Colaborador”.—
Hábleme de esa primera experiencia.
—Era grande el grupo de colaboradores del programa que animaba un actor ya mayor: Rogelio del Castillo; y por iniciativa de varios de ellos se concreta la idea de los sábados escenificar skechs o historias cortas. Es así que el 15 de junio Héctor, con 11 años y yo con 13 debutamos como actores.
Un escritor nombrado Humberto Álvarez del Castillo, nos invita a participar en el mismo programa, pero los miércoles en historias cortas basadas en pensamientos martianos.—
Y durante que tiempo hacen estas escenificaciones.
—En 1958, La Voz del Aire se convierte en Radio Voz, con un formato parecido al de Radio Reloj, y por eso “Noticias a montón y chismes a granel” pasa a transmitirse de lunes a sábados por Radio Capital Artalejo, el dueño era Arturo Artalejo, locutor de larga experiencia primero en la Radio y luego en la TV. Humberto consigue también ampliar sus historias y Artalejo le proporciona el horario de los sábados a las cinco de la tarde con el nombre de “Templo Martiano”.—
Tengo entendido que después de 1959 concluye sus transmisiones Radio Artalejo.
—Efectivamente, cuando triunfa la Revolución y se intervienen las emisoras, deja de existir Radio Capital Artalejo y “Templo Martiano” pasa a transmitirse los domingos a las siete de la noche por Cadena Oriental de Radio; hasta ese momento siempre fuimos actores aficionados y para poder trabajar como profesionales era necesario pasar un examen en la Asociación Cubana de Artistas Teatrales. Lo hicimos y lo aprobamos. El que no aprobé fue el de maestro en la Escuela Normal de La Habana.—-
¿Y cuando comienza a trabajar ya como profesional de la radio.
—Al concluir las transmisiones de Cadena Oriental de Radio y ya como actor profesional pasé a trabajar a Radio Rebelde, en 1961. Intervengo en el espacio Jardín Infantil, donde también hago, por pura intuición, algunos efectos manuales de estudio, pues el efectista de la emisora, Ubaldo Lluch tenía libre el día que se grababa este espacio.
Como en l963, Radio Rebelde bajo la dirección de Violeta Casal amplia su programación. Paso una prueba como operador de efectos y ahí comienza mi primera dualidad. Como actor trabajo en los espacios “Las Aventuras de Tom Swayer”, bajo la dirección de Manuel Estanillo; “Una vela blanca en el horizonte”, dirigido por Gerardo Santos; y otros; al mismo tiempo se me asigna como operador de efectos en los programas “La Novela de las 8” y “Vivimos en Campo Alegre”.—
Pienso que no tendría mucho tiempo para el descanso.
— Fui tan osado que entre 1963 y 1966 participé como actor y efectistas en todos los espacios dramatizados de Radio Rebelde y por si fuera poco hasta hice locución en programas como “El Cuento Cubano”, “Al mismo tiempo en la historia”. “Hombres de mar”, “El Cine” y otros. Como director tuve a mi cargo “El cine del domingo”.—
Con todo este trabajo considero que ya no vuelve a realizar labores artísticas en la comunidad.
—Siempre busqué el tiempo para eso. Te cuento. En Agosto de l964, en el patio de mi casa en el reparto Juanelo hago un teatro. Mi padre cementó la parte que correspondía al escenario e hizo las instalaciones eléctricas; mi madre cosió los telones y mi hermano Héctor pintó los decorados, yo dirigía. Alquilábamos sillas y hasta 1967, cada dos o tres meses ofrecíamos espectáculos de teatro variado gratis (comedias, dramas y doblajes) para los vecinos de los alrededores. ¿Seremos Héctor y yo precursores del teatro comunitario?—
Hemos hablado de su participación como actor, escritor, director, locutor y operador de efectos. Pero y la musicalización donde usted se convierte en maestro.
— En 1966 comencé a participar en programas como musicalizador teniendo como maestros a los compañeros Eduardo Paredes y José Luís Lobo, interviniendo en varios espacios dramatizados y sobre todo en El Verso y tú, un programa de versos del que fui su creador y que me obligó a perfeccionarme como musicalizador.—
Hasta este momento usted se desenvuelve en varias emisoras locales y nacionales, pero su gran historia está en Radio Progreso, ¿cuando llega.
— En 1967, participo también en la programación de Radio Progreso como actor en La gran aventura de la Humanidad y Así se forjó la Patria. Como musicalizador en la Novela de las 2, de este espacio recuerdo “La vida siempre empieza” de la escritora Iris Dávila, que rompió esquemas establecidos hasta ese momento. Por ejemplo, la musicalización, incluyendo la presentación que se hizo con música cantada y utilicé temas del momento como baladas y música yeyé. En Progreso también intervine en Actualidad Mundial, bajo la dirección de Julio Batista, con el cual aprendí mucho de la radio, al igual que con Gilberto Enríquez y Juan Carlos Romero.—
Creo recordar su nombre también entre los créditos de programas de Radio Liberación. Estoy en lo cierto.
—Y no se equivoca. Una tremenda experiencia resultó el ser llamado por el escritor y director Gerardo Fernández para el espacio de Radio Liberación “Diario de campaña” en el que se radiaba una serie en la que el actor Alejandro Lugo interpretaba a Valeriano Weyler; pero al tener que ir al extranjero a filmar la película Preludio 11 se me dio la oportunidad de sustituirlo. Imaginen lo que fue para mí abrir la puerta del Estudio 4 de 23 y M y encontrarme con José Corrales como el Conde de Balmaceda, Antonio Miguel Suárez en el rol de José Martí y Marcial Avellaneda como Máximo Gómez. Y en la narración Mario Blanco López. —
Como es la década del setenta para Iván Pérez
— En la primera evaluación de 1970, obtengo la categoría de A como musicalizador.
Desde 1971 hasta 1979, junto a Carmen Pujol, primero y después con su hermana Yolanda, Elvira Cruz y Gina Cabrera conduzco el espacio “El mundo, nosotros y usted”, escrito y dirigido por Jackie de la Nuez.
En 1973 sustituyo a Luís Alberto Ramírez en uno de los espacios de aventuras más escuchados de aquellos años “El Vengador”—
¿ Y cuando se establece definitivamente en su casa que es Radio Progreso.
—Al reestructurarse la programación de Radio Rebelde en 1981 regreso a Radio Progreso donde he continuado hasta el momento. Aquí he tenido mis mayores experiencias como musicalizador. Junto al efectista Orlando Hernández Rivero y el grabador Reinaldo Suárez formamos un trío para crear las nuevas sonoridades de espacios de Radio Progreso. Junto a ellos participé en la primera serie con sonido estereofónico en cien capítulos de “Gómez, América, un solo corazón” que se grabara para el espacio “Así se forjó la patria” escrito y dirigido por Gilberto Enríquez. Y luego, en la segunda, titulada “El 89”.—
No hemos hablado de su participación como profesor, donde también deja una profunda huella.
—En 1987, a petición del departamento de Capacitación del ICRT, estructuré el primer curso de musicalización radial, que luego fuera extensivo a la televisión y que desde entonces imparto a nivel nacional. Creo que casi todos los musicalizadores de la radio y la televisión de mi país han sido alumnos míos.–
¿ Y casi para el final su actividad como escritor, porque he escuchado algunas de sus obras.
—Bueno me llegó la posibilidad de escribir, algo a lo que siempre le tuve mucho miedo. A finales de 1993, escribo mi primera novela radial “Amor, Amor” para el espacio La Novela de las 2 y de inmediato la segunda “Surge Belice” y después han sido muchas: “Los señores de la guerra y los hombres del maíz”, adaptaciones como “Lo que el viento se llevó”, “Scarlet”, “Acusada de asesinato”, históricas como “La dramática vida de Rubén Darío”, “Nace la ópera”, “Jean Francois Mollet, el pintor de los humildes”. Y sobre todo hacer la versión y el final de una novela inédita de Dora Alonso, que Crusellas no le permitió trasmitir en La novela radial de Candado, titulada “Un grito en la montaña”.
¿ Toda esta inmensa labor que ha dejado en usted.
—Me han proporcionado mucha satisfacción fundamentalmente las que he escrito basándome en hechos reales o de ficción que se desarrollan en mi querido y no olvidado pueblo de San Antonio de Cabezas: los radio-teatros: “En las sombras del batey”, “Las fiestas del santo patrón” y “Enmascarados”; así como los seriados: “Memorias de mi pueblo”, “De Guamo a Cabezas”, “Nazario Marrero, el justiciero”, “Un fantasma en el cementerio de Cabezas” y espero seguir haciéndolo, porque desde el 3 de abril de 1999, en la casa de la cultura “Regino Pedroso” de mi poblado natal inauguro “La peña de Pura Barquín”, pianista de la localidad, con la idea de llevar compañeros de la radio y la televisión que alternen con los aficionados. —
Me ha hablado de la radio, pero usted también, aunque en menor medida, incursiona en la Televisión y en el cine.
—Para la televisión recuerdo un “Recital” junto a Gina Cabrera y obras de García Lorca que luego representamos en el Teatro Terry de Cienfuegos. Últimamente fui el profesor de musicalización de “Polvo en el viento” y un introductor de drogas en “Tras la huella” en cuanto a las actuaciones.—
En el cine debuté en “El Benny” haciendo de un represivo de cuello y corbata.—
Sería mucho pedirle que me relatara todos los lauros obtenidos. Hábleme de los fundamentales.
— Premios, muchos: Tanto Premios Caracol de la Uneac, como en Festivales Nacionales de la Radio. En cuanto al Premio Caracol, los que recuerdo con mayor orgullo y satisfacción el primero en 1984 como musicalizador por la novela “Luís y John” en Morazán”, el obtenido por “Gómez, América, un solo corazón”, “El Talismán”, “Donde anidan las gaviotas”, “Viento Sur”, “Historias Prohibidas”.
En Festivales Nacionales de la Radio: “Corazón de Gigante”, “Las crónicas de Mixtle”, “Damisela encantadora”, “Rebelión Lucumí”.
Respecto al Premio CARICATO de la UNEAC: como actor protagónico “Como sol de primavera” (Van Gogh), “Monte Libre” (Fico Jutía), “Día de cumpleaños”, “El fantasma de la ópera” (la que considero una de mis más logradas actuaciones).
Este hombre consagrado al arte ha recibido además importantes reconocimientos, entre ellos.
1986: Medalla: Distinción “Raúl Gómez García” .
1993: Medalla: Distinción “Por la Cultura Nacional”.
2002: Sello Conmemorativo por el “Aniversario 80 de la Radio Cubana”.
2003: Sello Conmemorativo “Aniversario 45 de Radio Rebelde”.
2004: UNEAC. Diploma “JULIO LOT” por relevantes aportes a la Radio Cubana y a la Cultura Nacional.
15 de Junio de 2007 “RECONOCIMIENTO” por 50 Años de vida artística.
2009 Premio “ARTISTA DE MERITO DE LA RADIO Y LA TELEVISION
NOTA:
IVAN PEREZ RAMIREZ. MATANZAS (7 de abril de 1944)