Desoyando la bestia

Hace ya mucho tiempo una damisela, sin rubor alguno,  mostró su desnudez, pero sin percatarse que su cuerpo había perdido lozanía. Pasaron los años, intentó remediarlo pero nada de lo que hizo con ese fin resultó exitoso. Y ahora, empecinadamente, vuelve a la carga, cambiando los métodos sin variar su objetivo para lograr una belleza aparente, tal vidriera que nos anuncia, con luces y oropeles, un mundo bello donde todo vale, pero sin percatarse que detrás del armario lumínico, hay una masa deforme y fétida en grosera contradicción a su malsano anhelo. ¿Su nombre? R: USA. Pero increíblemente persiste y persiste para que los pueblos sigan creyendo en que es realmente bella. Sin embargo, la realidad la atormenta porque ya no puede seguir engañando. ¿Por qué? He aquí la respuesta:

Desde el siglo pasado USA ostenta el “honroso” título de ser principal autor de los golpes de Estado en América Latina para implantar dictaduras sangrientas;  obviamente mantiene, con el fin de mantener su supremacía, 625 bases militares en países extranjeros y otras clandestinas que completan 750; el presupuesto militar para el actual año asciende a la astronómica cifra de 858 mil millones de dólares, mientras que en el mundo hay 3 mil millones en la pobreza y de éstos 821 millones con hambre crítica; el objetivo básico de USA es la proliferación del gran capital, caiga quien caiga, porque ya lo había dicho uno de los padres fundadores de la nación norteña: “en las democracias hay que preservar a los ricos, hay que proteger sus ingresos”.

Pero, por supuesto, el sueño americano, cuenta con más “virtudes”: invadieron a Rusia en 1918; a Santo Domingo en 1965; a Viet Nam y Camboya durante la década de 1960; a Somalia en 1993 (con 300 mil muertos); Afganistán en 2001 con 180 mil muertos; Irak en 2003, con 300 mil muertos; Libia en 2021 con 40 mil muertos; Siria 2015 con 600 mil muertos; y Yemen, donde ya han muerto aproximadamente 240 personas. Y no debo dejar de mencionar el bloqueo a Cuba desde hace más de 60 años, causante de enormes daños a la economía que lesiona directamente al pueblo cubano y, sin temor a equivocarme, puede catalogarse como un verdadero genocidio; el hostigamiento perenne que sufren países hermanos como Venezuela, a la que descaradamente le roban oro y mantienen en acoso con múltiples sanciones que aplican, por supuesto, sin derecho alguno; o Nicaragua, como un caso semejante de atropello también con múltiples sanciones por ser desobediente de los dictados imperiales.

Muy  sucintamente quiero mencionar otras de las virtudes imperiales de USA, aclarando que son solo un botón de muestra unido a las anteriores: se negaron a brindar ayuda humanitaria a los pueblos de Siria y Turquía, como sí lo han hecho múltiples países; al parecer el costo de tal ayuda debe ser para la guerra y no para paliar un poco la gran desgracia de los terremotos ocurridos; la inaudita desfachatez de la General del Comando Sur, afirmando que los recursos de litio y otros valiosos minerales  que poseen países de América Latina deben pasar a manos de EE.UU. como recursos propios (en cualquier momento deciden bombardear a los países afectados para lograr su propósito).

Y no debe faltar el tema de la guerra Rusia-Ucrania y China-Taiwan. Al imperio nada le importan los millones de seres que puedan morir como consecuencia de una guerra nuclear, porque el objetivo supremo de EE.UU. es mantener su supremacía a toda costa, aunque tenga que jugar con el propio fuego que los puede quemar. Están muy preocupados porque Rusia y China se coloquen en el mundo como líderes, la primera  en armamentos sofisticados y gran economía, y la segunda como una potencia económica que ya le toca los talones imperiales y también posee una gran fuerza en el terreno militar. Faltarían muchos más ejemplos que desmienten a la damisela que mencioné al principio, empeñada en  mostrar lo que cree su belleza cuando en realidad es su materia fecal.

“Una nación que continúa año tras año aprobando más dinero para la defensa militar que en programas de mejora social se aproxima a la perdición espiritual”. Martin Luther King

Autor

  • Silvio J. Blanco Hernández

    Silvio José Blanco Hernández. Colaborador del Portal de la Radio Cubana. Destacado y multipremiado periodista, escritor, asesor y analista de información. Es autor de libros como "La radio, técnica, arte y magia", y "Los programas informativos de la radio... Y algo más", entre otras obras y materiales investigativos con importantes aportes metodológicos al medio radial.

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